El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el lunes dos órdenes ejecutivas que imponen un arancel del 25 % sobre todas las importaciones de acero y aluminio. Estas medidas afectarán a países como México, Canadá, Brasil y otros, sin excepciones, y se aplicarán a nivel global. Esta acción refuerza la estrategia de Trump de usar los aranceles como herramienta de negociación en el comercio internacional y otros aspectos como la migración y la seguridad. A continuación, analizamos las implicaciones de estos nuevos gravámenes.
El impacto de los nuevos aranceles al acero y aluminio
Con la firma de estas órdenes ejecutivas, Trump busca hacer de Estados Unidos un país más competitivo en términos de producción de acero y aluminio. Según sus declaraciones desde la Casa Blanca, el aumento arancelario contribuirá a la «riqueza» del país. Los aranceles del 25 % afectarán principalmente a importaciones de acero de países como Canadá, México, Corea del Sur, Brasil y Vietnam, quienes son los principales proveedores de acero a Estados Unidos, según datos del Instituto Americano del Hierro y el Acero.
Por su parte, en el sector del aluminio, Estados Unidos obtiene la mayor parte de su suministro de Canadá, con un porcentaje cercano al 65 %, según cifras de la Asociación del Aluminio. A pesar de que estos aranceles apuntan a países específicos, la aplicación a nivel global implica que no habrá excepciones para ningún país. Esto genera incertidumbre para los importadores y podría tener efectos secundarios en la cadena de suministro internacional.
![El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una fotografía de archivo. EFE/Jim Lo Scalzo](https://i0.wp.com/efe.com/wp-content/uploads/2025/02/Trump-centavo1.jpg?fit=900%2C600&ssl=1)
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una fotografía de archivo. EFE/Jim Lo Scalzo
La respuesta de Trump ante las prácticas comerciales internacionales
Durante su primer mandato, Trump ya había impuesto aranceles del 25 % al acero y del 10 % al aluminio, aunque en ese entonces ofreció exenciones a países como Australia, Brasil, Canadá y México. Sin embargo, en esta nueva fase, las exenciones han sido eliminadas y los aranceles se aplicarán de manera uniforme a todos los países que exporten estos metales a Estados Unidos. Trump justificó estas medidas al señalar que las exenciones previas habían permitido que algunos países eludieran las restricciones mediante prácticas comerciales indirectas. De acuerdo con un funcionario de la administración Trump, los nuevos aranceles están diseñados para cerrar estas «lagunas» y evitar que los importadores manipulen el sistema.
Uno de los métodos empleados por los países afectados para eludir los aranceles fue el de importar acero semiacabado, procesarlo de manera mínima y reexportarlo a Estados Unidos como productos más acabados. Esta estrategia será ahora combatida con la aplicación de los nuevos gravámenes.
La estrategia de Trump: aranceles como herramienta de negociación
Trump ha sido conocido por utilizar los aranceles no solo como una medida económica, sino como un mecanismo de presión para obtener concesiones en otras áreas de política internacional. La reciente imposición de aranceles al acero y aluminio forma parte de esta estrategia. Además, Trump ha anunciado que probablemente implementará aranceles recíprocos a varios países para equilibrar los gravámenes que esos países imponen a las exportaciones de Estados Unidos.
Un ejemplo reciente de esta estrategia es la imposición de aranceles adicionales a China, a la que también se le ha aplicado un arancel del 10 % a ciertos productos, lo que ha provocado una respuesta inmediata por parte del gigante asiático con nuevos gravámenes sobre productos estadounidenses. La medida también está dirigida a otras regiones, como la Unión Europea, que enfrenta un arancel del 10 % sobre los automóviles importados, mientras que Estados Unidos aplica un arancel mucho más bajo de solo el 2,5 %. En este sentido, Trump busca equilibrar las relaciones comerciales y mejorar la posición de Estados Unidos en los acuerdos internacionales.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una fotografía de archivo. EFE/Andrew Kelly/Pool
La respuesta internacional a los aranceles de Trump
Los nuevos aranceles de Trump a las importaciones de acero y aluminio también están destinados a afectar indirectamente a China, el mayor productor de acero del mundo. Aunque Estados Unidos importa poco acero directamente desde China, el acero chino llega al país a través de otros canales. En muchos casos, los productos de acero fabricados en China son adquiridos por otros países y luego reexportados a Estados Unidos, lo que hace que los aranceles también impacten indirectamente a China.
La aplicación de estos aranceles también ha generado tensiones con otros países, especialmente con aquellos que han sido históricamente aliados comerciales de Estados Unidos, como México y Canadá. Trump, no obstante, ha suspendido temporalmente los aranceles a estos dos países hasta el 1 de marzo, como parte de un acuerdo para fortalecer el control fronterizo y frenar el tráfico de fentanilo y la migración ilegal.