Trump planea imponer aranceles a México y Canadá en febrero
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha confirmado que aplicará nuevos aranceles a México y Canadá el 1 de febrero, según informó este martes durante una rueda de prensa en la Casa Blanca.
Trump mencionó que está evaluando un arancel del 25% sobre las importaciones de estos dos países vecinos. Este nuevo gravamen representaría una demora de alrededor de una semana con respecto a los aranceles que había prometido aplicar al inicio de su mandato.
Cuando le preguntaron sobre los aranceles a China, Trump recordó que los gravámenes impuestos durante su primer mandato aún siguen vigentes, sin cambios.
Antes de asumir su segundo mandato, Trump ya había expresado su intención de crear un sistema denominado Servicio de Ingresos Externos (External Revenue Service), y había anticipado que este plan comenzaría el día en que tomara posesión como el 47º presidente de Estados Unidos.
El presidente también había criticado con dureza “los acuerdos comerciales blandos” que han prevalecido hasta la fecha, señalando que han perjudicado a la economía estadounidense.
Trump ha mantenido durante meses su postura a favor de un incremento de los aranceles y en diversas ocasiones ha declarado que “arancel” es, para él, “la palabra más bonita del diccionario”.
El mandatario había anunciado previamente que impondría un arancel del 25% sobre todos los productos provenientes de México y Canadá. Además, contemplaba otro arancel del 10% sobre productos chinos, hasta que ese país actuara para detener la llegada de fentanilo.
Algunos de los productos más comunes que los estadounidenses importan de sus vecinos del norte y del sur se verían afectados por este arancel, lo que podría incrementar los precios en el mercado.
El petróleo crudo, una de las principales importaciones de Estados Unidos desde Canadá, podría verse encarecido. En julio de 2024, las importaciones de petróleo canadiense alcanzaron un récord de 4,3 millones de barriles por día debido a la expansión del oleoducto Trans Mountain, según datos de la Administración de Información Energética de EE.UU.
La ampliación del oleoducto facilitó el suministro de petróleo para ser refinado, especialmente en la costa oeste y el medio oeste. No obstante, los expertos advierten que reemplazar este petróleo de forma inmediata con producción interna de EE.UU. podría tomar años y requerir grandes inversiones, según Patrick De Haan, jefe de análisis de GasBuddy.
Trump había propuesto aumentar los permisos para la extracción de petróleo en EE.UU., pero se estima que tomará tiempo que ese suministro esté listo para reemplazar al petróleo canadiense. Además, no está claro si las empresas energéticas estadounidenses desean ampliar su producción, dado que la demanda global de petróleo está disminuyendo.
Estados Unidos ha aumentado su dependencia de México para importar productos agrícolas debido a los efectos negativos del cambio climático en sus propias cosechas. En 2022, las importaciones agrícolas de México a EE.UU. sumaron 44.100 millones de dólares, lo que representa aproximadamente una quinta parte de las importaciones agrícolas de EE.UU., según el Departamento de Comercio.
Por ejemplo, el 90% de los aguacates consumidos en EE.UU. en 2022 provino de México. Si se aplicaran aranceles del 25% a México, los precios de productos como el guacamole y el aguacate podrían dispararse, afectando a los consumidores estadounidenses.
En cuanto a las importaciones de vehículos, Estados Unidos adquirió automóviles de México por valor de 130.000 millones de dólares en 2023, convirtiéndose en el principal bien importado desde ese país. Muchos fabricantes de automóviles, como General Motors, Ford y Stellantis, han trasladado su producción a México para aprovechar los costos más bajos.
Prácticamente todos los fabricantes de automóviles en EE.UU. dependen de piezas provenientes de México para ensamblar sus vehículos, ya que son considerablemente más económicas que las fabricadas en Estados Unidos. Sin embargo, el arancel del 25% anunciado por Trump podría cambiar esta situación, alterando los costos de producción de los vehículos en EE.UU.