Nueva York ha visto cómo los apartamentos en sótanos se convierten en un peligro latente para sus residentes debido a las frecuentes inundaciones. Yosh Alba, quien vivió en un apartamento clandestino en un sótano de Queens por casi cinco años, cuenta una experiencia que resalta los riesgos de este tipo de viviendas. “Podría haber muerto si no me hubiera despertado“, declaró Alba a The Guardian después de que el huracán Ida inundara su apartamento en 2021, alcanzando 1,5 metros de agua y destruyendo la mayoría de sus pertenencias.
The Guardian informa que el paso del huracán Ida dejó un saldo de trece muertos en Nueva York, una vez de ellos ahogados en sótanos. Además, según Yana Kucheva, profesora de sociología en City College de Nueva York, “esos apartamentos están en una posición muy especial, ya que son crecientes, pero esa asequibilidad tiene un precio muy elevado durante las lluvias intensas“. Ida dejó en evidencia la vulnerabilidad de estas viviendas subterráneas, donde se estima que, en 2008, había unas 100.000 unidades.
Las cifras sobre las posibles futuras lluvias causan preocupación. Se prevé que la ciudad de Nueva York registre hasta un 10% más de lluvia en la próxima década y aproximadamente 1,5 veces más días con lluvias significativas, según The Guardian. El Banco de la Reserva Federal de Nueva York subraya que más de 4.000 unidades de bajos ingresos en sótanos están en áreas con riesgo de inundaciones significativas.
Para abordar esta problemática, algunos abogan por legalizar y ajustar los sótanos a las normas de seguridad. Tal modernización, aunque necesaria, enfrenta desafíos logísticos y financieros masivos. Un programa piloto en 2019 tenía como objetivo convertir 40 sótanos en Brooklyn, pero resultó en una sola conversión debido a las costosas renovaciones exigidas. La ciudad de Nueva York estima que convertir 50.000 unidades ilegales podría costar casi USD 14 mil millones.
La administración del alcalde Eric Adams ha buscado aliviar las restricciones de zonificación para facilitar la legalización de estos sótanos. Además, un nuevo programa estatal permite apartamentos legales en sótanos en 15 áreas de la ciudad, aunque este espacio no se equipara con la cantidad de unidades necesarias. “Estas propuestas fueron innovadoras y representaron un gran avance“, dijo Annetta Seecharran, directora ejecutiva de Chhaya.
El gobierno de la ciudad ha implementado diversas medidas para preparar a los residentes ante futuras tormentas, como distribuir paquetes con bombas de sumidero y barreras contra inundaciones. Además, han utilizado drones con altavoces para anunciar sobre fuertes tormentas y enviando alertas a unos 1,2 millones de neoyorquinos inscritos en notificaciones de emergencia. Sin embargo, The Guardian resalta que la comunicación sigue siendo un reto. La administración de Adams ha reconocido que la comunicación solo en inglés y español no era suficiente, especialmente cuando entre el 40% y el 80% de los hogares afectados hablaban otros idiomas.
Yosh Alba es uno de los afectados que se vio obligado a mudarse a Brooklyn con compañeros de cuarto, pagando solo USD 300 menos que en su anterior apartamento en el sótano. Otros, como una propietaria en East Elmhurst, Queens , vieron sus viviendas devastadas, pero continuaron habitándolas, a veces contra los deseos de sus familiares. Después de las reparaciones post-Ida, su madre de 92 años volvió a mudarse al sótano a pesar de los riesgos.
Las experiencias de personas como Alba y esta propietaria demuestran que, a pesar de las medidas adoptadas, la preocupación y el miedo persisten. “Para ser honesto, no me gusta pensar en eso… Incluso ahora mismo, me entra el pánico cuando escucho la palabra ‘lluvia”, confesó la propietaria sobre cómo las tormentas afectan su tranquilidad.
Estas historias subrayan los peligros y desafíos de convertir los sótanos en viviendas seguras en una ciudad que seguirán enfrentando fenómenos climáticos extremos debido al calentamiento global. El camino hacia garantizar la seguridad y viabilidad de estos espacios habitables aún está apenas comenzando.