Este miércoles, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su confianza en que la pausa de 30 días en la aplicación de los aranceles impuesta por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se extenderá de manera «permanente». Durante su habitual conferencia de prensa, conocida como la «Mañanera del Pueblo», Sheinbaum pidió no hacer especulaciones sobre lo que sucederá una vez que finalice el período de suspensión y destacó que, según su perspectiva, las negociaciones en curso entre ambos gobiernos conducirán a un «buen acuerdo» para México.
Sheinbaum aseguró que el gobierno mexicano tiene plena confianza en que las conversaciones que se están llevando a cabo en estos días resultarán en una solución favorable, dejando claro que, tal como lo había discutido directamente con Trump, el tema de los aranceles será finalmente «pausado permanentemente».
El anuncio de esta pausa en los aranceles ocurre en un momento crítico para las relaciones comerciales entre México y Estados Unidos, ya que, anteriormente, Trump había amenazado con imponer un impuesto de hasta el 25% a las exportaciones mexicanas, lo que afectaría gravemente la economía mexicana. Sin embargo, después de que México aceptara tomar medidas adicionales relacionadas con la seguridad en la frontera común entre ambos países, Trump optó por congelar temporalmente la medida durante los próximos 30 días.
Este giro en la política comercial se considera una victoria para Sheinbaum, quien ha estado buscando mantener una relación estable con Estados Unidos mientras se enfrenta a las preocupaciones internas sobre el impacto que tales aranceles podrían tener en la industria mexicana, especialmente en sectores clave como la automotriz y la manufactura.
La pausa de los aranceles es vista también como una oportunidad para que México y Estados Unidos profundicen su colaboración en cuestiones de seguridad y comercio. En su intervención, Sheinbaum expresó que el acuerdo alcanzado con Trump ayudará a consolidar un marco de cooperación que beneficie tanto a México como a Estados Unidos, asegurando que se trabajará de manera conjunta para resolver las preocupaciones relacionadas con la migración y el crimen organizado en la frontera.
Además, Sheinbaum manifestó que, aunque el período de 30 días es solo temporal, confía en que el buen desarrollo de las negociaciones hará posible que la medida se mantenga más allá de este plazo. «Vamos a seguir trabajando para que esta pausa en los aranceles se convierta en algo permanente, pues creemos que la seguridad y el comercio deben ir de la mano», afirmó la presidenta mexicana.
Por su parte, la administración de Trump ha mostrado en varias ocasiones su disposición a negociar con México en materia de seguridad fronteriza, lo cual ha sido uno de los puntos clave en la decisión de suspender los aranceles. El presidente de Estados Unidos ha estado presionando a México para que adopte medidas más estrictas contra el crimen organizado y el tráfico de drogas, lo que ha sido una prioridad para la Casa Blanca.
Con la situación aún en desarrollo, los próximos días serán cruciales para determinar si el acuerdo alcanzado por Sheinbaum y Trump se mantiene y si la relación comercial entre ambos países continuará de manera estable. Los líderes de México confían en que la pausa en los aranceles sea solo el comienzo de una cooperación más profunda que beneficie a las economías de ambas naciones y ayude a mitigar los efectos negativos de las políticas comerciales previas.