Sean Duffy, excongresista de Wisconsin y personalidad televisiva, fue confirmado el martes como nuevo secretario de Transporte de Estados Unidos, un puesto clave en la administración de Donald Trump para impulsar la reducción de regulaciones y la reparación de la infraestructura del país. Con 53 años, Duffy asumirá el liderazgo del Departamento de Transporte (DOT, por sus siglas en inglés) en un momento crucial para la agencia, que juega un papel fundamental en la supervisión de las infraestructuras de carreteras, ferrocarriles y el espacio aéreo nacional, así como en la creación de normativas de seguridad para vehículos y transporte.
Un liderazgo crucial para el Departamento de Transporte (DOT)
Duffy, quien recibió una aprobación abrumadora en el Senado con una votación de 77 a 22, entra al Departamento de Transporte en un momento en el que la agencia maneja más de 55.000 empleados y controla miles de millones de dólares destinados a la infraestructura y la seguridad. Entre sus principales responsabilidades se encuentra la supervisión de las operaciones de transporte en todo el país, lo que incluye la regulación de la seguridad aérea, ferroviaria y vehicular.
Durante su audiencia de confirmación, Duffy se comprometió a restaurar la confianza en Boeing, a promover la contratación de más controladores de tráfico aéreo y a implementar reglas federales claras para los automóviles autónomos, eliminando las complicadas normativas estatales que, según él, retrasan el desarrollo de la tecnología de vehículos autónomos en EE. UU.
Duffy y su visión para el futuro de los automóviles autónomos
Una de las áreas en las que Duffy promete un cambio significativo es la regulación de los vehículos autónomos. En su audiencia de confirmación, el nuevo secretario de Transporte expresó su intención de unificar las regulaciones federales, lo cual beneficiaría especialmente a empresas como Tesla. La falta de un conjunto de reglas federales claras ha sido un obstáculo para el desarrollo de la tecnología, y Duffy aseguró que bajo su liderazgo, el DOT trabajará para establecer un marco regulador coherente a nivel nacional.
Además, Duffy también abordó la competencia internacional, señalando a China como un reto importante para Estados Unidos en el desarrollo de tecnología de conducción autónoma. Destacó que empresas como BYD, un gigante chino de vehículos eléctricos, están ganando terreno en el mercado global, lo que pone en evidencia la necesidad urgente de establecer políticas claras que fomenten la innovación en el país.
La relación entre Duffy y Elon Musk
El nuevo secretario de Transporte también se ha comprometido a no interceder directamente en los problemas regulatorios de empresas como Tesla, aunque algunos de sus más críticos observan que su vínculo cercano con Elon Musk podría influir en sus decisiones. Duffy, quien prometió que permitiría que la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) realizara su trabajo de forma independiente, ha dicho que no intervendrá directamente en las investigaciones de seguridad que involucran a Tesla.
Tesla, liderada por Musk, se ha beneficiado enormemente de la perspectiva favorable de Trump hacia la industria tecnológica. Los inversores han visto un incremento significativo en el valor de las acciones de Tesla desde la elección de Trump, anticipando que las regulaciones federales de transporte podrían flexibilizarse, lo que beneficia a la empresa en términos de producción y expansión.
Impacto de Duffy en la industria aeroespacial y más allá
El impacto de Duffy no se limita solo al sector del transporte terrestre. También influirá en la industria aeroespacial, particularmente en empresas como SpaceX, otra compañía dirigida por Elon Musk. El Departamento de Transporte, a través de la Administración Federal de Aviación (FAA), regula las actividades de la industria aeroespacial, y SpaceX, que tiene contratos multimillonarios con agencias federales, se ha visto afectada por la supervisión de la FAA, que a veces impone sanciones a la empresa.
Recientemente, la FAA multó a SpaceX con 633.000 dólares debido a presuntas violaciones de seguridad en dos lanzamientos de cohetes en Florida. Con Duffy al mando, es probable que las relaciones entre la administración federal y las compañías de Musk sigan evolucionando, dado el interés de Trump en promover a Musk como un líder clave en el desarrollo de tecnología avanzada en EE. UU.