Los comités de la Cámara de Representantes liderados por los republicanos que investigan al presidente, Joe Biden, para un posible juicio político o impeachment publicaron el lunes por la mañana su largamente esperado informe sobre sus conclusiones, en el que sostienen que el mandatario ha cometido conductas suficientes para someterlo, pero dejan en manos de la Cámara la decisión de llevarlo a cabo de manera formal.
El informe, de casi 300 páginas, es un resumen de la investigación llevada a cabo por los comités de Supervisión, Judicial y de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes durante el último año y medio, casi toda la cual ya se ha hecho pública.
El documento sostiene que Biden se enriqueció a través de los negocios de su familia y ocultó el mal manejo de información clasificada en su cargo, objeto de la investigación llevada a cabo por el fiscal especial Robert Hur, que este año declinó presentar cargos contra el presidente.
Además, los comités afirman que el Departamento de Justicia gestionó mal su investigación sobre los problemas fiscales de su hijo Hunter Biden y que la Casa Blanca ha ocultado documentos y testigos clave de la investigación de impeachment.
“La totalidad de la conducta corrupta descubierta por los Comités es atroz. El presidente, Joe Biden, conspiró para cometer tráfico de influencias y estafa. Al hacerlo, abusó de su cargo y, al mentir repetidamente sobre su abuso de poder, ha defraudado a Estados Unidos para enriquecer a su familia”, precisó el informe.
La Casa Blanca no ha comentado sobre el reporte.
El informe proporciona amplios detalles sobre las interacciones y los pagos de empresas extranjeras a Hunter Biden y al hermano del presidente, James Biden, y a sus socios comerciales durante el final de su etapa como vicepresidente y cuando era un ciudadano sin cargo.
Los investigadores cifraron el total en 27 millones de dólares, según los registros bancarios que recibieron. Pero los investigadores no encontraron pruebas de que el propio Biden recibiera dinero de esas empresas o participara en los negocios en el extranjero, más allá de las ocasiones en que Hunter Biden le llamaba por el altavoz para intercambiar cumplidos mientras estaba en compañía de socios extranjeros o cuando los veía en la cena de cumpleaños de su hijo.
Uno de los ejemplos que citan los comités es el caso de la empresaria rusa Yelena Baturina, esposa del exalcalde de Moscú Yury Luzkhkov, que invirtió 3.5 millones de dólares con el socio comercial de Hunter Biden, Devon Archer, a través de una empresa que tenía algunos vínculos con el hijo del presidente en 2014. La inversión se concretó tras la cena de cumpleaños de Hunter Biden en el Café Milano de Washington, a la que asistió Baturina y por donde estuvo de pasada Joe Biden, entonces vicepresidente. Archer describió la conversación en una entrevista con el Comité de Supervisión el año pasado diciendo que hablaron sobre “el mundo, supongo, y el tiempo, y luego todos se fueron”.
Ese mismo año, cuando otro socio de Hunter Biden, Jason Galanis, buscaba nuevas inversiones de Baturina que habrían beneficiado al hijo del mandatario a través de un acuerdo de participación, Hunter Biden llamó a su padre y lo puso al teléfono, según Galanis, quien explicó a los comités de Supervisión y Judicial que la breve llamada incluyó “saludos y buenos deseos”, tras lo cual Joe Biden dijo: “Pórtate bien con mi hijo”, antes de terminar la conversación. Aunque las comisiones presentaron un correo electrónico de Galanis que indica que Baturina se había comprometido a realizar una inversión adicional, no se precisó que ésta llegara a producirse.
En otras partes del informe, los comités ofrecen numerosos ejemplos de acuerdos financieros entre Hunter Biden y corporaciones chinas, pero no proporcionan vínculos directos con Joe Biden mientras era vicepresidente, ni pruebas de políticas específicas que cambiara o fomentara durante ese tiempo. También señalan un ejemplo en 2017, cuando Sara Biden, la esposa del hermano del presidente, James, firmó un cheque por 40,000 dólares a Biden designado como “devolución de préstamo” de una cuenta con dinero que había llegado a su cuenta a través de varias transferencias que se originaron en los tratos de Hunter Biden con una empresa energética china.
Los comités también señalan casos en los que los socios comerciales de Hunter Biden describieron un futuro papel de Joe Biden en determinados negocios una vez finalizada su etapa como vicepresidente. En su testimonio ante los comités de Supervisión y Judicial, Hunter Biden negó la implicación de su padre o atribuyó las referencias que hizo a su padre a su consumo de drogas y alcohol en aquella época.
En junio, los presidentes de los tres comités que buscaban un impeachment enviaron al Departamento de Justicia sendas remisiones penales en las que recomendaban que Hunter y James Biden fueran acusados de hacer declaraciones falsas ante el Congreso.
Otras secciones del informe abordan la investigación del IRS sobre la falta de pago de impuestos de Hunter Biden en 2017 y 2018, la cual comenzó en 2018 durante la Administración Trump y continuó durante la de Joe Biden, bajo la supervisión del fiscal especial David Weiss. Dos empleados del IRS se presentaron como denunciantes para alegar que el Departamento de Justicia estaba ralentizando a propósito el proceso. A Hunter Biden se le ofreció un acuerdo para declararse culpable de los cargos federales de posesión de armas de fuego que no prosperó en los tribunales el año pasado, y posteriormente fue condenado por esos cargos en un juicio con jurado este año. Está a la espera de otro por no haber pagado impuestos a finales de este año.
El informe no menciona el papel de Alexander Smirnov, el posible espía ruso que facilitó información falsa sobre Hunter y Joe Biden al FBI. Smirnov, que también ha sido acusado por Weiss de hacer informes falsos sobre el hijo del presidente, tiene previsto ir a juicio en diciembre.
“Aunque la investigación de los Comités está en curso en medio de la obstrucción del presidente, las pruebas descubiertas en la investigación para un impeachment hasta la fecha ya ascienden a una conducta impugnable. Las comisiones presentan esta información a la Cámara de Representantes para que la evalúe y considere los pasos a seguir”, concluyó el informe.
La investigación fue anunciada en septiembre por el entonces presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, y ratificada formalmente por la Cámara en diciembre.
No está claro que los líderes republicanos cuenten con los votos suficientes para abrir un proceso de impeachment a Biden y, en cualquier caso, es casi seguro que no se alcanzarían los dos tercios necesarios para su condena en el Senado. Los demócratas del Senado, que tienen una ventaja de 51-49, pueden votar para desestimar una investigación de este tipo, con una mayoría simple.