Blandiendo su bastón con empuñadura dorada hacia Donald Trump, el congresista Al Green protagonizó una de las escenas más comentadas del discurso del presidente de Estados Unidos frente al Congreso esta semana. La interrupción de Green se convirtió en uno de los momentos más tensos de la jornada, cuando, tras pocos minutos de que Trump iniciara su alocución y al referirse a los recortes de Medicaid, el legislador demócrata de Houston, Texas, se levantó de su asiento y gritó al presidente que no estaba autorizado para implementar esas políticas.
Con la palabra «We the People» (Nosotros, el Pueblo) escrita en su corbata, Green no dudó en manifestar su desacuerdo con los recortes propuestos. La frase está tomada del preámbulo de la Constitución de Estados Unidos y refleja la postura de Green, un firme defensor de los derechos civiles y los servicios públicos para los más vulnerables. Su voz, sin embargo, fue inmediatamente ahogada por los republicanos presentes, quienes corearon “¡U-S-A!” (Estados Unidos) para silenciarlo.
En ese momento, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, quien había pedido en dos ocasiones que Green regresara a su asiento, no dudó en ordenar su expulsión del hemiciclo. La medida fue una respuesta inmediata a la interrupción, dejando claro que, en ese contexto, la disciplina de la cámara primaba sobre cualquier protesta.
Al Green, un férreo crítico de Trump
Al Green no es nuevo en la arena política y se ha hecho conocido por sus enfrentamientos con Donald Trump. De hecho, en el primer mandato de Trump, el congresista ya había pedido la destitución del presidente, abriendo el debate sobre el juicio político que más tarde llevaría a su juicio por obstrucción y abuso de poder. Tras la reelección de Trump, Green no se ha quedado atrás y ha anunciado públicamente que presentará artículos de impugnación contra el presidente, continuando con su postura crítica.
En declaraciones a la prensa tras su expulsión del Congreso, Green manifestó que está dispuesto a aceptar cualquier castigo que se le imponga por sus actos, ya que considera que su protesta era esencial. «Merece la pena para que la gente sepa que algunos de nosotros vamos a plantar cara a este presidente», aseguró el congresista de 77 años.
El legado de Al Green como defensor de los derechos civiles
Al Green no solo se ha destacado por su postura ante Trump, sino por su larga trayectoria en la lucha por los derechos civiles. Nacido en Nueva Orleans en 1947, Green se licenció en Derecho en la Texas Southern University en 1973. Un año después, cofundó un despacho de abogados y en 1977 fue elegido como juez de paz en el condado de Harris, Texas, cargo que ocupó durante 26 años. En 2005, Green fue elegido como miembro de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, donde ha representado el 9º distrito de Houston de forma consecutiva, siendo reelegido en 11 ocasiones.
En su perfil oficial, Green se describe como un «veterano de los derechos civiles», destacando su trabajo en defensa de los sectores más vulnerables de la sociedad. A lo largo de su carrera, ha sido un firme defensor de la atención médica para los menos favorecidos y ha luchado por la expansión de Medicaid, un programa que cubre los gastos médicos de personas con ingresos limitados.
Medicaid: Un tema clave en la disputa entre Trump y los demócratas
Uno de los puntos de fricción entre Green y Trump ha sido el futuro de Medicaid. El programa de salud pública, que beneficia a más de 80 millones de personas en Estados Unidos, se ha visto amenazado por las propuestas de recorte del presidente. Trump ha afirmado que Medicaid no será afectado, pero tanto los demócratas como los expertos en política social aseguran que será difícil implementar los recortes de gastos que los republicanos prometen sin afectar gravemente a los programas de bienestar social, incluidos Medicaid y Medicare.
Green ha sido un feroz crítico de los recortes propuestos por Trump y su administración. Tras la interrupción en el Congreso, el congresista afirmó que «este es el país más rico del mundo, pero hay gente que no recibe una buena atención médica. Tenemos que hacerlo mejor y ahora estamos a punto de recortar Medicaid, que es para (los) pobres». Para él, este es un tema clave que justifica su protesta en la Cámara de Representantes, donde ha considerado que la política de Trump no beneficia a los más necesitados.
La protesta de otros demócratas ante Trump
Green no fue el único demócrata en expresar su desacuerdo con las políticas de Trump durante el discurso ante el Congreso. Varias congresistas demócratas, entre ellas la expresidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, optaron por llevar vestidos rosas en protesta por las políticas de salud de Trump. Alegaron que el aumento de los costos médicos afecta desproporcionadamente a las mujeres.
Además, algunos legisladores se vistieron con corbatas amarillas y azules, mostrando su apoyo a Ucrania, reflejando los colores de la bandera del país. Otros, a su vez, portaban carteles en protesta contra figuras como Elon Musk o abogando por el mantenimiento de Medicaid.
El impacto político de la expulsión de Green
La expulsión de Al Green del Congreso refleja la creciente polarización política en Estados Unidos, especialmente en relación con la presidencia de Trump. Este tipo de medidas disciplinarias no son nuevas, pero la rapidez con la que Green fue expulsado demuestra cuán tensas se han vuelto las dinámicas dentro del Congreso. Para muchos, la acción de Green es un recordatorio de que, aunque las protestas en el Congreso pueden ser vistas como una violación del protocolo, también representan un acto de resistencia política frente a políticas que consideran perjudiciales.
En resumen, Al Green sigue siendo una figura central en el ámbito político estadounidense, especialmente en la lucha por los derechos civiles y la justicia social. Su postura en contra de Trump y su continua defensa de Medicaid continúan marcando su trayectoria, que no parece tener fin a pesar de los obstáculos y desafíos a los que se enfrenta en su carrera política.