Horas después de su investidura presidencial el pasado 20 de enero, Donald Trump firmó una orden ejecutiva que designa a varios grupos criminales latinoamericanos como «organizaciones terroristas». Esta medida, que se oficializa casi un mes después, tiene implicaciones significativas, no solo para la seguridad interna de Estados Unidos, sino también para las relaciones internacionales y las dinámicas del narcotráfico.
El secretario de Estado, Marco Rubio, confirmó la designación a través de una nota publicada en el Registro Federal estadounidense, cuyo efecto entrará en vigor oficialmente el 20 de febrero. A través de esta medida, Estados Unidos señala a ocho grupos criminales como amenazas para la seguridad nacional. Entre ellos se encuentran seis cárteles del narcotráfico mexicanos, una pandilla con fuerte presencia en Centroamérica y una banda de origen venezolano: el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel del Golfo, el Cártel del Noroeste, los Cárteles Unidos, la Nueva Familia Michoacana, el Tren de Aragua y la Mara Salvatrucha.

Fotografía de archivo del Secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio. EFE/EPA/Jack Guez
Los cárteles mexicanos en la mira
La decisión de designar a estos grupos como organizaciones terroristas no es una sorpresa, dado que el Gobierno de Trump ya había expresado su intención de incluir a estos cárteles en la lista de entidades terroristas. Tradicionalmente, esta lista estaba destinada a organizaciones como Al-Qaeda o el Estado Islámico, pero ahora se amplía para incluir a aquellos grupos involucrados en actividades criminales de alto impacto, como el narcotráfico, la extorsión y la trata de personas.
Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG)
El CJNG, uno de los cárteles más poderosos de México, tiene un impacto significativo en la distribución de drogas a nivel global. Este grupo, fundado a principios de la década de 2010, controla una parte importante del tráfico de cocaína, metanfetamina y fentanilo hacia Estados Unidos. El CJNG es conocido por su violencia extrema, utilizando métodos brutales como el desmembramiento de cuerpos y enfrentamientos armados con fuerzas del orden. Su líder, Nemesio Oseguera Cervantes, alias «El Mencho», es uno de los fugitivos más buscados por la DEA, con una recompensa de hasta 15 millones de dólares por su captura.
Cártel de Sinaloa
Uno de los cárteles más antiguos y notorios de México, el Cártel de Sinaloa, tiene sus raíces en las montañas del norte de México. Durante décadas, este grupo ha controlado el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, incluyendo la producción de metanfetamina y fentanilo. Su exlíder, Joaquín «El Chapo» Guzmán, fue capturado y condenado en 2019, pero el cártel sigue operando bajo el liderazgo de Ismael «El Mayo» Zambada y los hijos de Guzmán, conocidos como «Los Chapitos». Este cártel sigue siendo una de las principales amenazas en la guerra contra las drogas, tanto por su impacto en la sociedad mexicana como por sus vínculos con el crimen organizado en EE. UU.
Otros cárteles y pandillas en la lista
Cártel del Golfo
Aunque en los últimos años ha sido superado por otros cárteles como el CJNG, el Cártel del Golfo sigue siendo una de las organizaciones criminales más antiguas de México. Con base en el estado de Tamaulipas, este cártel fue uno de los pioneros en el narcotráfico y el crimen organizado en la frontera entre México y Estados Unidos. Aunque su influencia ha disminuido, su legado y conexiones con otros grupos, como Los Zetas, siguen siendo relevantes.
Cártel del Noroeste
Este cártel tiene sus orígenes en Los Zetas, una organización inicialmente formada por exmilitares mexicanos. Tras una serie de capturas y enfrentamientos violentos, Los Zetas se dividieron en varios grupos, y el Cártel del Noroeste emergió como uno de los más peligrosos. Este grupo controla diversas actividades criminales en el noreste de México, especialmente en la región fronteriza con Estados Unidos.
Cárteles Unidos y Nueva Familia Michoacana
Estos dos grupos tienen su base en Michoacán, uno de los estados más afectados por la violencia del narcotráfico. La Nueva Familia Michoacana es una escisión de la Familia Michoacana, mientras que los Cárteles Unidos surgieron como una respuesta a la creciente amenaza del CJNG en la región. Ambos grupos están involucrados en la extorsión, especialmente a los productores de aguacate en la región.
Fotografía de archivo de Ciudad Juárez, en México, históricamente golpeada por la actividad de los carteles. EFE/Luis Torres
Pandillas y bandas internacionales
Tren de Aragua
El Tren de Aragua, originario de Venezuela, ha expandido su influencia en varios países de América Latina. Esta organización, nacida en las cárceles venezolanas, es responsable de una serie de delitos, como el narcotráfico, el secuestro y la explotación sexual. Su presencia se ha expandido a países vecinos como Chile, Perú y Colombia, y Estados Unidos la señala por su involucramiento en el tráfico de personas y el robo de criptomonedas.
Mara Salvatrucha (MS-13)
Una de las pandillas más peligrosas de Centroamérica, la MS-13 tiene su origen en las cárceles de Los Ángeles, California. Fundada por inmigrantes salvadoreños, esta pandilla se ha expandido por toda Centroamérica y tiene una fuerte presencia en El Salvador, Guatemala y Honduras. La MS-13 se dedica a una serie de actividades criminales, como la extorsión, el narcotráfico y la violencia, y es conocida por su brutalidad. El gobierno de El Salvador ha hecho esfuerzos por erradicarla, con un enfoque agresivo que ha llevado al arresto de más de 80,000 personas.
Implicaciones para Estados Unidos y América Latina
La designación de estos grupos como terroristas tiene consecuencias tanto para la seguridad de EE. UU. como para las relaciones diplomáticas con México y otros países latinoamericanos. México ha expresado su oposición a esta medida, temeroso de que abra la puerta a una intervención militar estadounidense en su territorio, lo que violaría su soberanía. Además, los recientes reportes sobre el uso de drones espías por parte de la CIA en territorio mexicano han avivado el temor de una mayor injerencia extranjera en asuntos internos del país.
Por otro lado, países como Canadá también han expresado su intención de seguir el ejemplo de Estados Unidos y designar a estos grupos como terroristas en su propio territorio. La medida, según el embajador canadiense, busca proporcionar herramientas a las autoridades para combatir el crimen organizado.