Inquilinos de un edificio en Denver donde habitan unas 120 familias, muchas de estas hispanas, se encuentran en una difícil situación luego de que recibieran una orden de desalojo que les da solo una semana para mudarse.
La Ciudad de Aurora notificó el miércoles a los dueños del inmueble y a sus inquilinos, sus planes de cerrar el edificio y suspender el servicio de agua la próxima semana.
El cierre, según la Ciudad, se debe a las deplorables condiciones del edificio, que no se apegan a los parámetros de seguridad para sus residentes y vecinos cercanos.
Entre las denuncias en contra del edificio y sus operadores se enlista la presencia de plagas de roedores, chinches y otros insectos, así como moho y daños físicos a puertas, fregaderos y gabinetes. Además, según la Ciudad, el dueño no ha pagado sus cuentas del servicio de agua en meses.
Los inquilinos dicen estar de acuerdo con la medida de la Ciudad de Aurora, de obligar al casero a reparar los daños y mejorar las condiciones de los inquilinos, que dicen, ser familias responsables y estar al día con el pago de sus rentas. Sin embargo, lo que protestan es el corto tiempo que se les ha dado para mudarse temporalmente.
Los residentes piden a las autoridades que extiendan el periodo de desalojo ya que dicen, cuentan con el apoyo de organizaciones comunitarias que han ofrecido ayuda para reubicar a las mas de 100 familias afectadas, pero no dentro de los límites de 7 días.