La vicepresidenta Kamala Harris realizará el viernes su primera visita a la frontera entre Estados Unidos y México desde que se convirtió en la candidata presidencial demócrata para enfrentar una de sus mayores vulnerabilidades antes de las elecciones de noviembre.
Está previsto que aparezca en Douglas, Arizona, en un momento en que el expresidente Donald Trump y sus compañeros republicanos critican incesantemente a Harris por el historial del gobierno del presidente Joe Biden en materia de migración y culpan a la vicepresidenta por dedicar poco tiempo a visitar la frontera durante su periodo en la Casa Blanca.
La inmigración y la seguridad fronteriza son temas principales en Arizona, el único estado conflictivo que tiene frontera con México y que enfrentó una afluencia récord de solicitantes de asilo el año pasado. Trump tiene una ventaja con los votantes en materia de migración, y Harris ha pasado a la ofensiva para mejorar su posición sobre el tema y desactivar una línea clave de ataque político de Trump.
En casi todos los discursos de campaña que pronuncia, Harris relata cómo un amplio paquete bipartidista destinado a reformar el sistema federal de inmigración colapsó en el Congreso a principios de este año después que Trump instó a los principales republicanos a oponerse a él.