Piloto latino entre las víctimas de trágico choque aéreo sobre el Potomac
El miércoles por la noche, un trágico accidente aéreo cerca de Washington D.C. dejó más de 60 muertos, incluidos varios jóvenes patinadores artísticos, un piloto de origen latino y un oficial de aviación recién comprometido. La colisión involucró un helicóptero militar Black Hawk y un avión comercial de American Eagle, parte de American Airlines, que se encontraba en su descenso hacia el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan.
Identificación de las víctimas
Entre los fallecidos se encontraba Jonathan Jay Campos, un piloto de 34 años de ascendencia puertorriqueña. Campos, quien nació en Nueva York y vivió en Florida hasta su graduación en la Universidad Aeronáutica de Embry-Riddle en 2015, era el capitán del vuelo 5342 de American Eagle. El avión, que había partido de Wichita, Kansas, se encontraba en la fase final de su aterrizaje cuando ocurrió la tragedia. Campos era un apasionado de la aviación, según relató su tío, Hector Campos.
El copiloto Sam Lilley: un futuro truncado
El copiloto del avión, Sam Lilley, también perdió la vida en el accidente. Lilley, de 30 años, estaba comprometido y a punto de ser ascendido a capitán. Su familia expresó su dolor por su pérdida, con su padre, Timothy Lilley, describiéndolo como un ser querido al que todos esperaban ver crecer en su carrera.
Otros miembros de la tripulación
Los otros miembros de la tripulación del vuelo 5342 que también fallecieron fueron Danasia Brown e Ian Epstein. Epstein, un auxiliar de vuelo, era muy querido por su familia y amigos. Su hermana, Robbie Epstein Bloom, lo recordó como una persona que amaba viajar y conectar con los demás, pero cuyo mayor amor era su familia.
Victimas del sistema escolar y patinadores artísticos
Varios integrantes del sistema escolar de Virginia también fueron identificados entre las víctimas. Aún se desconocen sus nombres, pero se sabe que eran parte de la comunidad educativa de los condados de Loudoun y Fairfax. La superintendente de las Escuelas Públicas de Fairfax, Michelle Reid, expresó su tristeza ante la pérdida de sus seres queridos.
El accidente también cobró la vida de varios patinadores artísticos de diferentes edades, quienes habían viajado a Kansas para participar en competencias de alto nivel y un campamento de entrenamiento para jóvenes talentos. Entre ellos se encontraba Spencer Lane, un joven de 16 años, y su madre, Christine Lane, quienes viajaban juntos en el vuelo.
Patinadores y entrenadores fallecidos
También se encontraba entre las víctimas la pareja de excampeones mundiales de patinaje artístico, Evgenia Shishkova y Vadim Naumov, quienes se desempeñaban como entrenadores. Ambos habían competido en dos Juegos Olímpicos en la década de 1990. La comunidad del patinaje sobre hielo lamentó profundamente su partida, con Doug Zeghibe, director ejecutivo del Skating Club of Boston, calificando la pérdida como «enorme».
Otras víctimas del accidente aéreo
Otras víctimas identificadas fueron Brielle Bayer, una atleta de 12 años, y su madre, Justyna Magdalena Bayer. Brielle era descrita como una excelente patinadora, y su madre había dedicado su vida al entrenamiento de su hija. La entrenadora Inna Volyanskaya, quien fue parte de la extinta Unión Soviética antes de dedicarse a la enseñanza, también fue confirmada entre los fallecidos. La comunidad del patinaje sobre hielo en Ashburn, Virginia, donde Volyanskaya entrenaba, también expresó su dolor por la pérdida.
La tragedia para la comunidad de patinaje sobre hielo
La Federación Estadounidense de Patinaje sobre Hielo, a través de un comunicado oficial, expresó su profundo pesar por la tragedia que involucró a varias figuras prominentes de este deporte. En un comunicado, la federación aseguró que toda la comunidad estaba «devastada por esta tragedia inimaginable» y extendió sus condolencias a las familias de las víctimas.
Familias devastadas por la pérdida
Kiah Duggins, otra de las víctimas, fue recordada por su familia como una joven llena de vida. Kiah había sido una abogada de derechos civiles en el área de Washington, D.C., y su familia destacó sus logros y su impacto positivo en su entorno. Sus padres pidieron respeto por la privacidad durante este difícil momento.
Asra Hussain, quien también iba a bordo del vuelo 5342, fue otra de las víctimas. Su esposo, Hamaad Raza, estuvo esperando su llegada en el aeropuerto cuando vio la tragedia desarrollarse en vivo. Su esposa, Asra, había estado en contacto con él antes del accidente y, como él dijo, «era un viaje de rutina para ella».
Impacto de la tragedia
Este accidente aéreo ha dejado una huella profunda en la comunidad de patinaje sobre hielo y en muchas familias que perdieron seres queridos. La tragedia también resalta la vulnerabilidad de los viajes aéreos y la importancia de mantener la seguridad en el transporte aéreo.