Jim Acosta, conocido por su rol como corresponsal de CNN en la Casa Blanca durante la presidencia de Donald Trump, ha anunciado que dejará la cadena tras rechazar una oferta para un nuevo horario nocturno. El periodista, que se convirtió en una figura polémica debido a su frecuente enfrentamiento con el expresidente, comunicó su decisión al finalizar su programa matutino en la cadena el martes pasado. Durante su despedida, Acosta les dejó un mensaje a los televidentes: “No cedan ante las mentiras. No cedan ante el miedo”. Aunque no mencionó a Trump explícitamente, su mensaje estuvo cargado de implicaciones hacia el expresidente.
La oferta de CNN y la reacción de Acosta
CNN había propuesto a Acosta mudarse a un nuevo horario nocturno que comenzaría a la medianoche, hora del Este, como parte de una reorganización de su programación diurna. Este nuevo horario le habría colocado frente a una audiencia más tarde, a las 9 p.m. en la zona horaria del Pacífico, y se habría emitido simultáneamente en CNN Internacional. A pesar de esta oferta, Acosta decidió rechazarla, afirmando que no veía en ella el futuro que deseaba para su carrera en la cadena.
En un giro inesperado, menos de media hora antes de que Acosta hiciera el anuncio de su salida, Trump publicó en redes sociales que la noticia de la partida del periodista era una “buena noticia”. En su mensaje, Trump calificó a Acosta de “gran perdedor” y predijo su fracaso en cualquier otro puesto. La tensión entre los dos, que marcó buena parte de la presidencia de Trump, parece haber continuado incluso después de la salida de Acosta de CNN.
Foto: CNN
La reestructuración de la programación de CNN
La salida de Acosta se produce en un contexto de reestructuración dentro de CNN. La cadena anunció la semana pasada, en la misma semana en que Trump regresó al cargo, que reorganizaría su programación matutina. Wolf Blitzer, veterano periodista de la cadena, sería quien ocuparía el horario de las 10 a.m. (hora del Este), acompañado de Pamela Brown. En este nuevo esquema, la oferta de Acosta fue el traslado a un programa nocturno que no coincidía con sus expectativas profesionales.
Acosta, quien ha trabajado en CNN durante 18 años, fue una figura clave en el cubrimiento de la administración Trump. Su confrontación con el entonces presidente fue un tema recurrente, especialmente durante las famosas ruedas de prensa en la Casa Blanca, donde Acosta se destacó por sus preguntas incisivas. A pesar de su amplio reconocimiento y la fidelidad de muchos televidentes, la oferta de CNN para un cambio de horario no fue lo suficientemente atractiva para él.
Reflección de Acosta sobre su carrera
En su anuncio de despedida, Acosta reflexionó sobre su carrera en CNN y cómo vivió los momentos más intensos de la administración Trump. A menudo se le ha preguntado si su cobertura del primer mandato de Trump fue el punto culminante de su trayectoria. Sin embargo, Acosta dejó claro que uno de los momentos más significativos para él fue su cobertura del viaje histórico del expresidente Barack Obama a Cuba en 2016. En ese viaje, Acosta tuvo la oportunidad de preguntarle al líder cubano Raúl Castro sobre los prisioneros políticos, un tema muy cercano a su propia historia como hijo de un refugiado cubano.
“Como hijo de un refugiado cubano, me llevé la lección de que nunca es buen momento para rendirse ante un tirano”, expresó Acosta, reflejando su postura firme sobre la importancia de la prensa libre y su papel en la defensa de las libertades fundamentales. Para él, no hay duda de que el periodismo debe servir para hacer rendir cuentas al poder, algo que siempre intentó hacer durante su carrera en CNN y que seguirá haciendo en el futuro.
La relación tensa con Trump
La relación entre Acosta y Trump estuvo marcada por múltiples roces, siendo uno de los momentos más tensos cuando, en 2018, la Casa Blanca suspendió temporalmente la credencial de prensa de Acosta. Este incidente ocurrió después de que Acosta continuara cuestionando a Trump durante una conferencia de prensa, a pesar de que el presidente le dijo “¡Eso es suficiente!” y un asistente intentó quitarle el micrófono.
Este episodio generó una gran controversia y levantó críticas sobre el trato a los periodistas que cuestionaban al presidente. La suspensión de la credencial de Acosta fue vista como un ataque a la libertad de prensa, y muchos periodistas y defensores de los derechos civiles se unieron para condenar la decisión. Finalmente, un juez federal falló a favor de Acosta y ordenó la restitución de su credencial.