Parlamento Europeo respalda respuesta firme a los aranceles de Trump
Una mayoría de los grupos del Parlamento Europeo ha mostrado su apoyo a la respuesta «firme y proporcional» prometida por Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, frente a los aranceles impuestos por Estados Unidos. Aunque hubo matices sobre cómo preservar la relación con Washington, se destacó la necesidad de tomar medidas claras ante las imposiciones de Donald Trump.
El contexto de los nuevos aranceles de Trump
El presidente de EE. UU., Donald Trump, firmó el lunes una orden ejecutiva que establece nuevos aranceles del 25 % a las importaciones de acero y aluminio, argumentando que estos productos representan una amenaza para la seguridad nacional. Las tarifas afectarán a los productos que entren en Estados Unidos a partir del 12 de marzo de 2025. Esta medida provocó una reacción inmediata por parte de la Unión Europea, que comenzó a discutir cómo responder de manera adecuada.
Diversas posturas dentro del Parlamento Europeo
Durante el debate en la Eurocámara, se destacaron diferentes posiciones sobre cómo afrontar esta situación. El eurodiputado sueco Jörgen Warborn, portavoz del grupo popular, destacó que una «guerra de aranceles» no será beneficiosa para Europa y abogó por una respuesta unificada, basada en la diplomacia y la negociación. Afirmó que la fragmentación de la postura de la UE solo debilitaría su posición frente a EE. UU.
Desde las filas socialdemócratas, la presidenta del grupo, Iratxe García, defendió la imposición de aranceles en sectores clave de la economía estadounidense, además de utilizar las regulaciones de defensa comercial de la UE para proteger su mercado y contrarrestar las políticas proteccionistas de Trump. En su intervención, García subrayó que el proteccionismo lleva a bloqueos y confrontación, y que el comercio debe ser una fuente de riqueza compartida.
Críticas de la ultraderecha sobre las políticas comerciales de la UE
Por otro lado, algunos sectores de la ultraderecha, como los Patriotas por Europa, criticaron la postura de la UE sobre el comercio, enfocándose en las políticas internas que consideran irrelevantes ante los desafíos del comercio global. Klára Dostálová, eurodiputada checa de este grupo, cuestionó la falta de defensa de los intereses europeos y subrayó que en el comercio no existen amigos, solo intereses. Sin embargo, algunos miembros de este grupo aclararon que no están a favor de iniciar una guerra comercial y pidieron que la UE abandone sus políticas climáticas, que consideran un obstáculo para la competitividad.
La respuesta de los liberales y otros grupos
Desde el grupo de los liberales, Renovar Europa, su presidenta, Valerie Hayer, instó a la UE a responder con «contramedidas apropiadas» y a defender a los productores europeos de las consecuencias de los aranceles de Trump. Anna Cavazzini, de los Verdes, advirtió que la UE no debe sucumbir al chantaje de Trump y debe mantener sus leyes internas, como las ambientales y laborales.
Por su parte, Manon Aubry, líder de la Izquierda Unitaria, argumentó que los aranceles estadounidenses deberían servir de lección para la UE, impulsando un cambio en las políticas de comercio y energía, y buscando recuperar la soberanía en estas áreas. Aubry abogó por terminar con el libre comercio tal como lo conocemos y promover un modelo económico más autosuficiente.
La postura de la ultraderecha europea frente a las políticas de Trump
En otro sector de la ultraderecha parlamentaria, la Europa de las Naciones Soberanas, se sugirió una aproximación más cooperativa con el gobierno de Trump. René Aust, eurodiputado alemán, propuso «extender la mano» a Trump y trabajar juntos para reducir impuestos y eliminar regulaciones burocráticas que, según él, afectan a las empresas europeas. Esta postura se aleja de la línea más combativa adoptada por otros grupos, pero refleja una visión diferente sobre cómo abordar las relaciones comerciales con Estados Unidos.