Miles de migrantes partieron este domingo en una nueva caravana desde la frontera sur de México, con la intención de llegar a la Ciudad de México y, desde allí, cruzar hacia los Estados Unidos, a pesar de las estrictas políticas migratorias impuestas por el presidente Donald Trump y el aumento de las deportaciones.
Los migrantes que integran esta caravana buscan desafiar las duras políticas del presidente Trump, quien desde su primer día en el cargo ha comenzado a deportar a miles de migrantes que se encontraban en territorio estadounidense de manera irregular.
Algunos miembros de la caravana han indicado que su plan es quedarse en la frontera norte, temiendo ser deportados a sus países de origen si intentan ingresar a Estados Unidos.
El grupo partió de Tapachula, Chiapas, después de que se suspendiera la aplicación CBP One, una herramienta que permitía a los migrantes solicitar asilo en Estados Unidos. La falta de empleo, la inseguridad y la esperanza de encontrar nuevas formas de ingresar a su destino los motivaron a emprender este viaje.
Entre los migrantes se encuentra Yomely Daniela Blackaus Bodeen, una mujer que viaja con tres hijos con la esperanza de llegar a Estados Unidos para trabajar y poder comprarle una casa a su madre, ya que en Honduras no puede mantener a su familia ni cumplir los sueños de su mamá.
Diego Armando Castillo, un migrante venezolano que viaja con su familia, explicó que decidió partir de Tapachula debido al cierre de la aplicación CBP One, aunque, si la herramienta estuviera operativa, no habría optado por este viaje debido a los peligros y los altos costos involucrados.
Castillo considera que el cierre de CBP One es parte de una estrategia del gobierno estadounidense para limpiar el control migratorio y expulsar a aquellos que ingresaron de forma irregular sin la debida documentación. Aún así, pidió la creación de una nueva autoridad que permita a los migrantes en México ingresar a EE.UU. cumpliendo con sus reglas.
Maricela Cortés, una migrante colombiana, explicó que sigue decidida a llegar a la frontera norte de México y, con esa intención, se unió a la caravana. Su esperanza sigue siendo llegar a Estados Unidos y, mientras tanto, se quedará en Ciudad de México para esperar el momento adecuado.
La caravana salió pocos días después de que Trump firmara órdenes ejecutivas que incluyen el despliegue de militares para “cerrar” la frontera y la restauración del controvertido programa «Quédate en México», que obliga a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano mientras se procesa su solicitud.
En respuesta a estas políticas, el gobierno de Claudia Sheinbaum lanzó la iniciativa «México te abraza», una estrategia para reintegrar a los migrantes mexicanos deportados por Trump. Esta estrategia incluye ofertas de empleo, programas sociales, ayuda para el traslado dentro del país y la entrega de la «Tarjeta Paisano Bienestar» con un apoyo económico de 2,000 pesos.