Gavin Newsom, el gobernador de California, ha lanzado este jueves un mensaje contra la política de aranceles que Donald Trump quiere poner en práctica. El mandatario demócrata, llamado a ser uno de los principales opositores al próximo presidente de Estados Unidos, eligió la frontera con México para dar su mensaje. “No habrá otro Estado ni otra región más afectada que esta por la conversación sobre los aranceles que el presidente electo mantiene”, advirtió Newsom. Como muestra de la vitalidad de la frontera compartida, el mandatario anunció que en las próximas semanas comenzará la ampliación de la garita este de Otay-Mesa, uno de los pasos más activos entre ambos países. Existe un pequeño detalle. El financiamiento futuro de la obra tendrá que ser aprobado por la Administración Trump.
El presidente electo amenazó a México y Canadá con imponer aranceles a los productos que exportan a Estados Unidos. La advertencia se ha evaporado de momento gracias a sendas conversaciones del mandatario republicano con sus homólogos, pero el episodio perfila el estilo de negociación que Trump imprimirá a su segundo paso por la Casa Blanca. Esto a pesar de que México superó el año pasado a China como principal socio comercial de Estados Unidos. Unos cinco millones de empleos en territorio estadounidense dependen del comercio con los mexicanos.
(EFE)
“Hemos visto los beneficios del T-MEC y el nearshoring y el gran momento económico que ha dejado la diversificación de las cadenas de suministros. Todo eso se está poniendo en duda hoy de forma necia con la propuesta de imponer un arancel, un impuesto de 25%, a los productos importados”, dijo Newsom. “Se afectará a los pequeños negocios y los grandes agricultores de almendras y frutos secos (una de las mayores exportaciones del Estado), se perderán trabajos y la inflación será notada por cada uno de nosotros”, añadió.
A este componente, Newsom agrega el de las deportaciones masivas que Trump quiere llevar a cabo desde el primer día de su presidencia. Se calcula que la mitad de la mano de obra que trabaja en el campo de California no tiene documentos, lo que colocaría a los campesinos en la mira de la agencia a cargo de Tom Homan, el policía de la frontera. “Las expulsiones tendrán un alto impacto en los precios de los alimentos en este Estado, es algo muy serio”, indicó Newsom.
La prensa que lo acompañó al recorrido en el muro fronterizo, en la ciudad de San Diego, quiso saber si las agencias de seguridad estatales se negarán a colaborar en con la policía de inmigración, ICE por sus siglas en inglés. “El Gobierno del Estado no interfiere en el derecho del Gobierno federal para hacer cumplir leyes federales y con recursos federales, pero esto no es blanco o negro, hay muchos matices…”, aseguró Newsom, quien quiere evitar casos hipotéticos y esperar al arranque del nuevo Gobierno. El político explicó la colaboración que el Ejecutivo estatal mantiene con el Gobierno federal para entregar a ICE a prisioneros sin papeles que han purgado su condena en cárceles californianas. Se cree que la primera purga que el trumpismo llevará a cabo se centrará en personas con antecedentes penales.
Seguridad fronteriza
La presencia de Newsom en la frontera pretendió cambiar la narrativa que la zona tuvo en la campaña. “Las oportunidades económicas del área dejan una imagen distinta de la que suele hacerse de la frontera”, aseguró el demócrata, quien terminará su mandato en enero 2027 y ya no podrá reelegirse al cargo. El comercio entre México y California ascendió el año pasado a unos 88.000 millones de dólares.
La construcción de la garita este de Otay-Mesa lleva décadas gestándose. Newsom asegura que la construcción iniciará en las próximas semanas. El Estado invertirá en el proyecto unos 480 millones de dólares de fondos propios, aunque Newsom admitió que el presidente Trump tendrá que garantizar el presupuesto para que la garita se concluya y comience a operar en diciembre de 2027.
El nuevo paso pretende agilizar el flujo de las decenas de miles de vehículos que cruzan diariamente entre México y Estados Unidos. Los expertos estiman que la congestión en las garitas entre Tijuana y San Diego, una espera que llega a ser de tres horas, se traduce en pérdidas de 3.400 millones de dólares y afectan a 88.000 empleos en ambos lados de la línea.
Sin embargo, el gobernador aprovechó la gira para hablar del operativo de seguridad de la Guardia Nacional de California, que tiene como objetivo frenar el tráfico de fentanilo. La presencia de estos agentes ha sido reforzada en los últimos meses, pasando de 155 elementos a cerca de 400. Esto se tradujo en un incremento en los decomisos del opiáceo, que es traficado en su mayoría a través de puertos de frontera.
“También nos enfocaremos en el flujo que va al sur de dinero ilícito y armas de fuego. Buena parte de las armas usadas en hechos de violencia al sur de la frontera son estadounidenses. Necesitamos hacerlo mejor y tener una responsabilidad compartida”, aseguró Newsom. Siete de cada diez armas que han sido recuperadas en México entre 2016 y 2022 son fabricadas en suelo estadounidense.