Muerte de un preso tras una salvaje paliza propinada por sus vigilantes conmociona a Nueva York
La fiscal general de Nueva York, Laetitia James, investiga la muerte de un preso ingresado en el Centro Correccional Marcy, enclavado en este mismo Estado, después de que varios funcionarios le sometieran a una brutal paliza en la clínica del penal. Los hechos ocurrieron el … pasado 9 de diciembre y el detenido, Robert Brooks, de 43 años, fue declarado muerto al día siguiente en el hospital de Utica donde había sido trasladado. Los hechos se han conocido este viernes, madrugada del sábado en España, a raíz de que la Fiscalía autorizase la difusión de algunos vídeos grabados por las cámaras corporales de los funcionarios, según informa la CNN.
Las imágenes han conmocionado a buena parte de la sociedad estadounidense. En ellas se ve a Brooks esposado, tendido en la camilla y rodeado por empleados del correcional. Al menos cuatro de ellos le golpean repetidamente en el rostro, el pecho y la ingle. Utilizan sus puños, una porra y, aparentemente, un zapato. En un momento dado, alzan al preso, de origen afroamericano, al que se ve completamente desmadejado y con el rostro ensangrentado. También se observa cómo le empujan contra una pared y le golpean en la espalda. Al final de la grabación, la víctima aparece en la camilla, inconsciente y aparentemente inánime mientras un guarda le práctica un masaje de primeros auxilios para comprobar si muestra reacción alguna.
Brooks cumplía una condena de 12 años de prisión por el apuñalamiento de su novia. Había ingresado en la cárcel en 2017 y el día en que recibió la paliza acababa de llegar a Marcy transferido desde otro centro correcional.
James advirtió que los hechos son «impactantes y perturbadores», pero que su departamento había decidido publicar las imágenes para garantizar la «transparencia» de la investigación. Aparte de la salvaje agresión grabada, la Fiscalía trata de averiguar qué sucedió en los momentos previos antes de que fuera conducido esposado y arrastras a la sala de exámenes médicos. El recluso llegó con las manos sujetas con grilletes a la espalda, boca abajo, aparentemente sin fuerzas y con tres guardas de seguridad sosteniéndole por los brazos y los pies.
El informe forense ha determinado que Brooks falleció por asfixia debido a una «comprensión del cuello» producida por «acciones de otras personas». Un médico de emergencias ha declarado que la víctima pudo sufrir también una lesión fatal en la médula espinal al ser alzado violentamente de la camilla por los funcionarios. La fiscal afirma que todos ellos «rendirán cuentas». Según los vídeos, en la paliza participan entre tres y cuatro guardias, aunque la sala está repleta de miembros de seguridad que no hacen nada para impedir la agresión.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, se ha confesado «indignada y horrorizada»por lo que califica de «homicidio sin sentido». En un comunicado difundido este sábado, ha explicado que ha ordenado al Departamento de Correccionales del Estado el despido de catorce funcionarios implicados, al margen de las acciones penales que puedan recaer sobre ellos. «La gran mayoría de los funcionarios correccionales hacen un trabajo extraordinario en circunstancias difíciles, y todos estamos agradecidos por su servicio. Pero no tenemos tolerancia para individuos que se pasan de la línea, quebrantan la ley y participan en violencia innecesaria o abuso dirigido», declara Hochul en el comunicado.
También el Departamento de Correccionales ha condenado la brutal paliza. Su responsable, Daniel F. Martuscello III, ha enviado un mensaje en el que asegura que los vídeos le han dejado «profundamente asqueado«. Ha añadido que realizará «cambios institucionales» e introducirá medidas que mejoren la seguridad en las »interacciones entre reclusos y funcionarios« y eviten los abusos de poder. Un oficial del departamento ha dimitido y este mismo sábado el departamento ha ordenado realizar una comprobación diaria de todas las cámaras corporales de los guardias de seguridad para confirmar su funcionamiento permanente. En el caso de la mortal paliza a Brooks, la mayoría de los dispositivos estuvieron apagos y y ninguno grabó el audio.