México se alista para el aumento de deportaciones de EE. UU.
El aumento inminente de las deportaciones de migrantes desde Estados Unidos mantiene a las autoridades de Chihuahua y a diversas organizaciones religiosas en alerta, mientras se preparan para recibir a miles de migrantes que serán regresados en los próximos días.
Enrique Serrano, coordinador del Consejo Estatal de Población, informó que el Gobierno federal está trabajando en la instalación de un campamento temporal en Ciudad Juárez, que tendrá la capacidad de albergar a 2,500 personas. Las autoridades esperan que las carpas instaladas cerca de la frontera estén listas para este fin de semana.
Aunque el flujo de deportaciones se mantiene en niveles habituales, Serrano señaló que, tras la decisión del presidente Donald Trump, se registraron 56 deportaciones el primer día, lo que forma parte de los procesos habituales. No se han registrado deportaciones masivas significativas, y las autoridades esperan recibir cifras más precisas en los próximos días de parte del Gobierno estadounidense.
Serrano aclaró que el Consejo Estatal de Población no tiene funciones migratorias, pero colabora estrechamente con las instituciones encargadas de la gestión migratoria. Destacó que el organismo se dedica a apoyar a las poblaciones desplazadas y migrantes en todo el estado de Chihuahua, ofreciendo diversos servicios.
En cuanto a la atención brindada a los migrantes, Serrano explicó que se proporcionan servicios integrales, como alimentos, atención a niños, acceso a juegos, telefonía e internet, entre otros recursos esenciales.
El sacerdote Juan Carlos López Morales, vocero de la Diócesis de Ciudad Juárez, calificó la instalación de las carpas como una medida temporal necesaria, aunque reconoció que no es una solución digna para los migrantes. López Morales subrayó que, aunque el campamento es una respuesta emergente, no puede considerarse un lugar adecuado para vivir a largo plazo.
La Iglesia católica está preparada para colaborar con esta crisis migratoria mediante sus estructuras existentes, como la Casa del Migrante, y ha llamado a otras instancias religiosas a colaborar con espacios disponibles en colegios, parroquias y refugios, a fin de atender a los migrantes que se esperan en los próximos días. Aunque considera que los albergues temporales no son ideales, está dispuesta a apoyar en la emergencia.
López Morales también expresó su preocupación por las posibles violaciones a los derechos humanos de los migrantes, tanto en Estados Unidos como en México. Señaló que las nuevas medidas podrían dar lugar a abusos, como la pérdida de libertad religiosa al autorizar redadas en templos.
Sobre el despliegue militar en la frontera sur de Estados Unidos, el sacerdote opinó que podría ser una de las estrategias más cercanas disponibles para el presidente Trump, quien busca imponer un control estricto en las fronteras. Sin embargo, subrayó que cada país tiene el derecho y la obligación de organizar sus fronteras como considere adecuado.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, criticó la decisión de Trump de permitir redadas migratorias en lugares como escuelas, colegios e iglesias, lugares previamente considerados protegidos. Esta medida se dio a conocer un día después de que Trump asumiera la presidencia, y fue parte de su promesa de campaña de llevar a cabo una amplia campaña de deportaciones.
Las deportaciones masivas que Trump ha prometido generan preocupación en México, ya que los migrantes mexicanos constituyen casi la mitad de los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos. Además, las remesas enviadas por los migrantes mexicanos representan casi el 4% del Producto Interno Bruto (PIB) de México, y en 2024 se espera que el país reciba un monto récord estimado en 65 mil millones de dólares.