El asesinato del CEO de UnitedHealthcare, Brian Thompson, reveló en las últimas horas un detalle escalofriante: tres palabras enigmáticas grabadas en los casquillos de bala encontrados en la escena del crimen, que podrían ser la clave para comprender la motivación detrás del brutal crimen.
Fuentes policiales revelaron que los casquillos de 9 mm contenían las palabras “negar”, “defender” y “deponer” (deny, defend, depose), añadiendo un misterioso elemento a la investigación del tiroteo ocurrido el miércoles en Manhattan.
El ataque, ejecutado con precisión milimétrica, ocurrió frente al hotel Hilton en Midtown, donde Thompson se disponía a participar en una reunión de inversores. Las imágenes de vigilancia revelan la frialdad del agresor: un hombre enmascarado que esperó pacientemente el momento preciso para atacar al ejecutivo.
El sospechoso captado por una cámara de seguridad antes del asesinato (Prensa policía de Nueva York/@NYPDnews)
La comisaria de policía de Nueva York, Jessica Tisch, afirmó que el ataque no fue aleatorio. “Muchas personas pasaron junto al sospechoso, pero él pareció esperar a su objetivo”, declaró.
Los expertos en balística y las fuerzas del orden coinciden en que el tirador muestra características de alguien con entrenamiento profesional. Joseph Kenny, jefe de detectives, destacó la pericia del asesino, quien incluso logró desatascar su arma rápidamente durante el ataque, un movimiento típico de personal con formación militar o policial.
Los expertos en balística y las fuerzas del orden coinciden en que el tirador muestra características de alguien con entrenamiento profesional (Prensa policía de Nueva York/@NYPDnews)
El dispositivo de búsqueda ha sido masivo. Drones, helicópteros y unidades caninas han peinado la zona, especialmente Central Park, donde el sospechoso fue visto por última vez huyendo en una bicicleta eléctrica. La policía ha ofrecido una recompensa de 10.000 dólares por información que conduzca a su captura.
El sospechoso fue visto por última vez huyendo en una bicicleta eléctrica en Central Park (Prensa policía de Nueva York/@NYPDnews)
Las imágenes de vigilancia muestran al sospechoso merodeando previamente, incluso comprando dos barras energéticas y una botella de agua en una cafetería Starbucks cercana. Los investigadores recuperaron un teléfono móvil y una botella de agua que podrían proporcionar pistas forenses.
Thompson dirigía UnitedHealthcare, la mayor aseguradora de salud de Estados Unidos, y ganaba aproximadamente 10 millones de dólares anuales. La empresa ha enfrentado críticas por presuntas denegaciones de cobertura médica y recientemente sufrió un ciberataque de 872 millones de dólares.
Su esposa, Paulette Thompson, reveló que su marido había mencionado recibir amenazas previas, aunque sin especificar detalles. “Básicamente, no sé, ¿falta de cobertura? No conozco los detalles. Sólo sé que dijo que había gente que le había estado amenazando”, declaró a NBC News.
El ejecutivo estaba además bajo investigación del Departamento de Justicia por posibles violaciones antimonopolio.
Foto sin fecha, suministrada por UnitedHealth Group, que muestra al CEO de UnitedHealthcare, Brian Thompson. (AP foto/UnitedHealth Group via AP)
Los investigadores están realizando una exhaustiva recopilación de información. Están registrando la habitación de hotel de Thompson, entrevistando a sus colegas de UnitedHealthcare y revisando sus redes sociales en busca de pistas que puedan revelar el móvil del asesinato.
Con todo, el significado de las palabras “negar”, “defender” y “deponer” permanece sin aclarar. Los investigadores continúan trabajando para desentrañar el móvil del asesinato y capturar al sospechoso.
Thompson deja atrás a su esposa y dos hijos. Residían en una casa de 1,5 millones de dólares en Maple Grove, Minnesota. Su esposa describió a Brian como “un hombre increíblemente amoroso, generoso y talentoso que realmente vivió la vida al máximo”.
La ciudad de Nueva York, que ese día celebraba la tradicional iluminación del árbol de Rockefeller, quedó conmocionada por el crimen. Un asesinato tan público y premeditado de un alto ejecutivo corporativo ha generado una mezcla de shock, especulación y temor. Mientras tanto, el sospechoso sigue siendo una sombra escurridiza.