Toque de queda para evitar los mosquitos
La localidad de Plymouth, a unos 64 kilómetros (40 millas) al sureste de Boston, anunció el viernes que está cerrando sus instalaciones públicas recreativas al aire libre desde el atardecer hasta el amanecer todos los días luego de que un caballo contrajera la enfermedad.
Mientras tanto, las autoridades sanitarias estatales advirtieron que cuatro localidades al sur de Worcester —Douglas, Oxford, Sutton y Webster— se encuentran en “grave riesgo” después de que un hombre de Oxford contrajera el virus.
Las autoridades sanitarias estatales y locales han instado a los habitantes de estas localidades a resguardarse durante las horas en las que corren un mayor riesgo de ser picados por mosquitos y a finalizar las actividades al aire libre a las 6 de la tarde hasta el 30 de septiembre y a las cinco de la tarde de esa fecha en adelante, hasta la primera helada fuerte.
También recomiendan a los habitantes de Massachusetts que utilicen repelentes de mosquitos cuando se encuentren al aire libre y que drenen cualquier envase con agua estancada en sus hogares.
Jennifer Callahan, administradora municipal de Oxford, escribió en un memorando que la familia del hombre que contrajo el virus a mediados de agosto se había puesto en contacto con su oficina.
“Quieren que la gente sea consciente de que se trata de una enfermedad extremadamente grave con terribles consecuencias físicas y emocionales, independientemente de que la persona logre sobrevivir”, escribió Callahan.
Agregó que la persona infectada frecuentemente le había dicho a su familia que nunca lo habían picado los mosquitos. Pero justo antes de que desarrollara los síntomas de la enfermedad, dijo que lo habían picado. El hombre permanece hospitalizado y está “luchando valientemente” contra el virus.
Callahan dijo que la familia está instando a la gente a tomar en serio las recomendaciones de salud pública y hacer todo lo posible para protegerse.
Según los CDC, aproximadamente el 30% de las personas que la padecen mueren y muchos de los supervivientes sufren problemas neurológicos persistentes. Los síntomas de la encefalitis equina del este pueden incluir fiebre, dolor de cabeza, vómitos, diarrea, convulsiones, cambios de comportamiento y somnolencia. No existen vacunas para prevenir ni medicamentos para tratar la encefalitis equina del este.