Este sábado, miles de personas se manifestaron en las calles de Washington, D.C., para hacer saber al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, que seguirán luchando por los derechos de las mujeres y de los colectivos más vulnerables. A dos días de la investidura presidencial, los manifestantes dejaron claro que este nuevo ciclo de resistencia no ha hecho más que comenzar.
La Marcha de las Mujeres, que en su edición de 2017 reunió a medio millón de personas, se ha reducido considerablemente en su número de participantes para este 2025, con una estimación de 50.000 asistentes. La marcha partió desde tres plazas del centro de la capital y tuvo como destino final el Monumento a Abraham Lincoln, ubicado en uno de los extremos del National Mall, la emblemática explanada que en un principio iba a ser escenario de la ceremonia de juramento presidencial el lunes, pero que debido a las bajas temperaturas, será utilizada para los actos en interiores.
La resistencia de las mujeres ante Donald Trump
A pesar de la disminución en la participación, los asistentes de la Marcha de las Mujeres dejaron claro que la resistencia al segundo mandato de Trump no será silenciosa. «Estamos listos para actuar», se gritó en un acto cargado de energía y determinación. En 2017, la marcha se había organizado coincidiendo con el inicio de su primer mandato, marcando un récord histórico de participación. Esta vez, la protesta se centró en reafirmar la lucha por los derechos reproductivos y contra las políticas que consideran amenazan la igualdad y los derechos humanos.
Krista Falkenstine, una mujer de 65 años proveniente de Colorado, expresó su preocupación por el futuro de sus hijas. «Tengo dos hijas y me preocupa su futuro. Tienen menos derechos de los que yo tuve», comentó, destacando cómo su percepción sobre la necesidad de luchar por los derechos de las mujeres ha cambiado. «Antes me daba miedo alzar mi voz, pero ya no», añadió Falkenstine.
El llamado a la manifestación fue planteado como un «catalizador» para aquellos cientos de miles de personas que se oponen al «fascismo» y abogan por la protección de derechos fundamentales. Organizaciones como Abortion Access Now y Time to Act se unieron al evento para reiterar el compromiso con la lucha por la igualdad de género y la defensa del derecho al aborto.
Personas participan en la ‘Marcha de las Mujeres’, este 18 de enero de 2025 en Washington (EE.UU.), con mensajes sobre sus derechos. EFE/Jim Lo Scalzo
La marcha en 2025: Un ambiente festivo con reclamos
Aunque la participación no logró alcanzar el volumen de 2017, el ambiente en la Marcha de las Mujeres estuvo marcado por una fuerte presencia de mujeres de todas las edades, acompañadas de hombres que también se solidarizaron con la causa. Matt Byrne, un ingeniero de 36 años de Filadelfia, comentó que la falta de un mensaje claro ha disminuido el enfoque de la manifestación, pero insistió en la importancia de seguir luchando por los derechos de las mujeres y de los grupos marginados.
«El récord de 2017 está lejos de ser alcanzado», dijo Byrne, aludiendo a las dificultades que enfrentan los movimientos cuando se multiplican los mensajes pero no se centra la lucha en un solo objetivo. La falta de un foco claro podría ser una de las razones por las que la marcha de este año ha reunido a menos personas que en ocasiones anteriores.
Entre los participantes, la joven Melissa Mungi, de origen filipino, se unió a la protesta con la esperanza de evitar que la historia se repita, haciendo referencia a su descontento por el regreso de Trump a la Casa Blanca. «Trump no va a ser el presidente de todos», subrayó Mungi, quien compartió su decepción por el apoyo recibido por el expresidente, especialmente de parte de mujeres que, según ella, deberían haberlo rechazado.
Por su parte, Susan Corbin, una mujer de California que también se unió a la Marcha de las Mujeres, expresó su preocupación por la creciente brecha entre las clases sociales. «La nueva administración republicana favorece a los millonarios, no a la gente común», señaló Corbin, quien cree que las condiciones para las clases medias y bajas empeorarán bajo el liderazgo de Trump.
EFE/Jim Lo Scalzo
Una protesta histórica que comenzó en 2017
La Marcha de las Mujeres nació como una reacción a la elección de Donald Trump en noviembre de 2016, cuando un grupo de jóvenes se organizó a través de redes sociales para protestar por la victoria de un candidato que había sido acusado de acoso sexual y que se había manifestado en contra de los derechos de las mujeres. Desde entonces, el movimiento ha ganado fuerza, con manifestaciones en todo el país, y ha vivido varios momentos clave, como la revocación del derecho al aborto a nivel federal por parte del Tribunal Supremo en 2022.
Aunque la participación en esta nueva edición fue menor, el mensaje sigue siendo fuerte: «No nos rendiremos», afirmó Ginna Green, presidenta de la junta directiva de la marcha. «Ahora es el momento de unirnos en torno a valores compartidos y de luchar por un futuro justo», concluyó.