Sonya Massey vivía en el 2868 de la calle Hoover, en Springfield, Illinois, hasta el pasado 6 de julio. Esa madrugada, el policía Sean Grayson le disparó en tres ocasiones, poco después de que la madre afroestadounidense lo reprendiera «en el nombre de Jesús».
El lunes, 22 de julio, la Policía Estatal de Illinois reveló los videos de las cámaras corporales de los dos oficiales del condado Sangamon en Springfield, Illinois, que acudieron a la casa de Sonya Massey la noche que ella terminó con un disparo en la cara.
En esta imagen del video provisto por la Policía Estatal de Illinois, se observa a Sonya Massey, segunda desde la izquierda, mientras interactuaba con Grayson, a la 1:19 de la mañana del sábado 6 de julio. El vicealguacil del condado de Sangamon le pedía que le mostrara una identificación. La mujer de 36 años había llamado al 9-1-1, cerca de media hora antes, para denunciar la presencia de alguien merodeando por el vecindario.
Antes de que la policía llegara, Sonya Massey había encendido la estufa para calentar agua. El policía Grayson lo notó y la autorizó a que fuera, de la sala a la cocina, a apagar la hornilla, para evitar un «incendio». Tanto él, como su compañero de trabajo esa noche, solo esperaban por la identificación de la mujer para completar el reporte de la investigación en la zona.
Con la olla con agua caliente en la mano, Massey, madre de dos adolescentes, se dirigió a Grayson y expresó: «Te reprendo en el nombre de Jesús». Actuó como si estuviera en una iglesia cristiana hablándole a un enemigo que necesita ser vencido. Justo en ese momento, el agente sacó su arma y le apuntó. Utilizando palabras soeces le ordenó que soltara la olla.
Sonya Massey se disculpó y alzó sus manos, como en señal de rendición. Se agachó y ahí Sean Grayson (a la derecha) le disparó tres veces, pegándole de muerte en la cabeza. El policía manifestó minutos después que temía que ella le arrojara agua caliente en la cara.
Jack Campbell, alguacil del condado de Sangamon, despidió a Sean Grayson por no actuar como dictan los entrenamientos. El pasado viernes 19 de julio, un gran jurado acusó al ahora expolicía de asesinato en primer grado, asalto agravado con un arma de fuego y conducta oficial impropia. La familia de Sonya Massey, en la foto, exige justicia.
Grayson no recibió el beneficio de libertad bajo fianza mientras se le somete a juicio. Su defensa alegó que el acusado no representaba un riesgo de fuga por complicaciones con un cáncer de colon. Sin embargo, el juez lo dejó en prisión hasta la próxima audiencia del caso, en agosto 26.
James Wilburn, padre de Sonya Massey, expresó en conferencia de prensa este 22 de julio su deseo de que la investigación sobre la muerte de su hija sea transparente. Lamentó que no volverá a ver a su «bebé» hasta que «deje este mundo”.