El Reloj del Juicio Final, creado hace 78 años por científicos con el propósito de simbolizar la cercanía de la humanidad a la autodestrucción, ha sido ajustado a 89 segundos para la medianoche. Este cambio, anunciado el martes por el Bulletin of Atomic Scientists, marca la posición más cercana a la medianoche en la historia del reloj. La medianoche simboliza el punto en el cual las acciones humanas habrán hecho la Tierra inhabitable.
El significado del ajuste en el Reloj del Juicio Final
En los dos años previos, el Reloj del Juicio Final fue ajustado a 90 segundos antes de la medianoche, reflejando preocupaciones por la invasión rusa a Ucrania, la posibilidad de una carrera armamentista nuclear, la violencia en Gaza y la crisis climática. Este reloj, que no tiene la intención de medir de manera precisa las amenazas existenciales, se utiliza como una herramienta para generar discusión sobre cuestiones científicas globales y urgentes, como el cambio climático, el desarme nuclear y los avances en tecnología disruptiva, como la inteligencia artificial.
Daniel Holz, presidente de la junta de ciencia y seguridad del Bulletin y profesor en la Universidad de Chicago, explicó que el ajuste del reloj a 89 segundos responde a la falta de progreso frente a los desafíos globales. Estos incluyen el riesgo nuclear, la crisis climática y la propagación de desinformación, que se han convertido en potentes multiplicadores de las amenazas existentes.
Factores que influyen en la decisión de ajustar el reloj
Holz agregó que, además de las amenazas ya mencionadas, la falta de regulación en áreas como la biotecnología y la inteligencia artificial contribuye a la peligrosidad global. Los avances rápidos en estas tecnologías, junto con los arsenales nucleares en aumento, han intensificado los riesgos para la humanidad. A estos problemas se suma la creciente propagación de información errónea, lo que dificulta la toma de decisiones fundamentadas en base a hechos y ciencia.
El Bulletin of the Atomic Scientists fue fundado en 1945 por científicos del Proyecto Manhattan, responsables del desarrollo de la bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque inicialmente su enfoque era el riesgo nuclear, desde 2007 también se ha incluido el cambio climático en las consideraciones que determinan el ajuste del reloj.
La importancia del Reloj del Juicio Final a lo largo de los años
A lo largo de sus 78 años de historia, el Reloj del Juicio Final ha experimentado cambios de hora dependiendo de la percepción de los científicos sobre el grado de amenaza para la supervivencia humana. Aunque algunos años la hora se ha mantenido igual, otras veces ha avanzado o retrocedido, reflejando los cambios en los eventos globales.
Este ajuste anual se realiza por la junta de ciencia y seguridad del Bulletin, en consulta con su junta de patrocinadores, que incluye a científicos destacados, entre ellos nueve laureados con el Premio Nobel.
Reflexión sobre la relevancia del Reloj del Juicio Final
El Reloj del Juicio Final ha sido una poderosa metáfora para concienciar sobre los riesgos existenciales que enfrenta la humanidad. A pesar de algunas críticas que cuestionan su utilidad, como las de Michael E. Mann, profesor de la Universidad de Pensilvania, que calificó al reloj de «metáfora imperfecta», muchos coinciden en que sigue siendo un recordatorio significativo de la fragilidad de la existencia humana en este planeta.
El reloj, aunque no mide con precisión los riesgos, genera discusiones importantes sobre el cambio climático y el desarme nuclear, entre otros problemas globales. Rachel Bronson, presidenta del Bulletin, señaló que, si bien el reloj nunca ha llegado a la medianoche, la esperanza es que nunca llegue a ese punto. En su opinión, cuando el reloj marque la medianoche, significará que se ha alcanzado un punto de no retorno, marcado por un evento catastrófico como un intercambio nuclear global o un cambio climático irreversible.
Las acciones para reducir las amenazas globales
La presidenta del Bulletin también destacó que el reloj podría retroceder si se toman acciones audaces y globales. Recordó que en 1991, el reloj se movió 17 minutos antes de la medianoche gracias al Tratado de Reducción de Armas Estratégicas entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Para Bronson, la humanidad tiene el poder de mitigar estos riesgos, pero esto requiere un esfuerzo colectivo y un compromiso global continuo.
Bronson también instó a la participación pública activa en estos temas, señalando que las conversaciones sobre el cambio climático y otros desafíos globales pueden influir en las decisiones de los líderes mundiales. A nivel personal, también sugirió que los individuos pueden contribuir con cambios en su estilo de vida, como reducir su huella de carbono, apoyar el consumo de productos locales y disminuir el desperdicio de alimentos.