En noviembre de este año se celebran las elecciones presidenciales en Estados Unidos, quizás el mercado más importante a nivel mundial y, como suele suceder, las expectativas como los resultados de las mismas tienen un alto impacto sobre el devenir de los activos financieros; y asegurando de por sí una mayor volatilidad.
En concreto, se define la continuidad del actual presidente demócrata Joe Biden, o la vuelta al poder del ex presidente Donald J. Trump del partido republicano.
Elecciones en Estados Unidos: cómo repercute en el mercado global
En relación a esto, según una serie de encuestas publicadas por The New York Times, los resultados muestran a Donald Trump como posible ganador en cinco de los seis estados clave de Estados Unidos: Michigan, Arizona, Nevada, Georgia y Pensilvania. Por su parte, Joe Biden solo aparece arriba en Wisconsin entre los estados que podrían definir los comicios.
De hecho, el actual mandatario atraviesa uno de sus peores momentos en cuanto a intención de voto. La muestra fue tomada de 4.000 personas y marcan que el líder estadounidense pierde respaldo en los votantes jóvenes, negros e hispanos.
En relación a los posibles efectos de la elección sobre los mercados, en general, se estima que si el actual presidente es reelecto -con un Congreso liderado por los demócratas- se esperaría ver una tasa de interés algo más alta del impuesto de sociedades, una ampliación de la desgravación fiscal por hijos, esfuerzos para frenar los costos sanitarios para los consumidores y más dinero para áreas como la educación, la vivienda para personas con bajos ingresos y el clima.
Mientras que, por el contrario, si es Trump quien vuelve a la presidencia se esperaría ver impuestos más bajos, inflación más alta, rendimientos más altos, menos regulación y una política comercial y geopolítica más aislacionista.
Sea cual sea el resultado de las elecciones en Estados Unidos, la política económica estadounidense y global se verá afectada.
Incluso más específicamente, otra cuestión fiscal, que se debatirá en las próximas elecciones es la forma en que las empresas multinacionales pagan impuestos. En concreto, los mercados aguardan con cierta incertidumbre sobre si EE.UU. promulgará un impuesto de sociedades mínimo global, como propone la secretaria del Tesoro Janet Yellen. Estos cambios en la legislación fiscal tendría importantes efectos para el crecimiento de los beneficios empresariales en EE.UU., lo que a su vez repercutiría en la rentabilidad futura de los mercados bursátiles.
También es clave seguir, producto de su impacto directo en la economía estadounidense y en las expectativas de los inversores, las decisiones que adopte la Reserva Federal (Fed) en relación a la variación de la tasa de interés. Recordemos que el aumento de la tasa suele impactar de manera negativa en las expectativas sobre el precio de las acciones. En este punto, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo en conferencia de prensa que las autoridades de la Fed probablemente reducirán las tasas finales de este año, y que las elecciones no influirán en la decisión.
Otra variable económica que también se debe tener en cuenta tiene que ver con los aranceles a la importación, que instauraría Trump si finalmente gana las elecciones. Se espera que los mismos aumenten, tal vez hasta un 10% en general y hasta un 60% para las importaciones procedentes de China. Por otro lado, unos aranceles más altos aumentarían la presión sobre la inflación.
Por último, y como referencia, analicemos un poco de números. En lo que va del año (al 15/05), el S&P 500 acumula una suba del orden del 12% (y en mayo, puntualmente, del orden del 2,4%). En las últimas semanas, incluso, fue impulsado por una buena temporada de balances -principalmente de las siete magníficas-.
¿Cómo reaccionó el mercado en otras elecciones?
De hecho, vale mencionar que la tasa de crecimiento interanual del trimestre del año de las empresas del S&P500, fue del 5.4% -la mayor reportada por el índice desde el II trimestre del 2022-. Aunque, como mencionamos, cinco empresas explican gran parte de esta performance (y todas son parte de estas 7 magníficas) como son NVIDIA, Alphabet, Amazon.com, Meta Platforms y Microsoft. Excluyendo estas, sin ir más lejos, el S&P 500 reportaría una caída interanual de las ganancias del -2,4%.
Como conclusión, si bien según datos históricos los años electorales suelen ser positivos para el mercado -el S&P500 tuvo un rendimiento positivo en 26 veces y negativo solo 5 en las últimas 31 elecciones desde 1900- deberemos aguardar a ver cómo conjugan todos estos factores, políticos y económicos (dato de inflación, tasa de interés, aranceles, decisiones sobre impuestos a compañías, resultado fiscal, etc.) para entender cómo pueden reaccionar inversores y cuáles pueden ser los posibles efectos sobre el mercado.
Las expectativas (gatilladas por las encuestas y/o el discurso de ambos candidatos), de hecho, jugarán un papel cada vez más fuerte a medida que avancemos en el tiempo. De acá que más allá del comportamiento general del mercado, podremos comenzar a ver una mayor selectividad.