En la reunión de la Reserva Federal (Fed) celebrada entre el 17 y el 18 de diciembre, los funcionarios se mostraron cautelosos respecto a la reducción de las tasas de interés. El clima económico actual, caracterizado por una inflación persistente y la amenaza de aranceles generalizados, obligó a los responsables de política de la Fed a reconsiderar sus proyecciones. A pesar de que el consenso general fue reducir la tasa de interés en un cuarto de punto, los participantes coincidieron en que el ritmo de los recortes debería desacelerarse en 2025.
División interna en la Reserva Federal sobre los recortes de tasas
Las actas de la reunión, publicadas tres semanas después de la sesión, revelan una clara división entre los 19 responsables de la política monetaria de la Fed. Algunos funcionarios sugirieron mantener sin cambios la tasa clave del banco central, mientras que la mayoría consideró que la decisión de reducir las tasas fue ajustada. En particular, la presidenta de la Fed de Cleveland, Beth Hammack, disintió de la mayoría, favoreciendo la idea de no realizar cambios en la tasa de interés. Esta diferencia de opiniones es un reflejo de la complejidad y los desafíos que enfrentan los responsables de política monetaria al tratar de equilibrar la inflación y el crecimiento económico.
A pesar de las discrepancias, la Fed optó por reducir su tasa clave en un cuarto de punto, dejándola en aproximadamente el 4,3%. La disminución es una de las varias reducciones que se han dado en los últimos meses, pero se destaca que, en general, hay un consenso sobre la necesidad de adoptar un enfoque más moderado en las decisiones futuras. El proceso de reducir las tasas durante tres reuniones consecutivas ha llegado a su fin, y la mayoría de los miembros de la Fed cree que es momento de ser más deliberados en los próximos pasos.
Impacto de los recortes de tasas sobre los costos de endeudamiento
El cambio en la política de la Fed implica que los costos de endeudamiento para consumidores y empresas, incluidos los préstamos para viviendas, automóviles y tarjetas de crédito, seguirán siendo elevados en 2025. Los funcionarios de la Fed indicaron que la institución está «en o cerca del punto en el que sería apropiado disminuir el ritmo de flexibilización». En las proyecciones realizadas después de la reunión, se estima que la Fed realizará solo dos recortes adicionales en 2025, en comparación con los cuatro que se habían previsto previamente.
La moderación en los recortes de tasas podría tener un impacto significativo en la economía, ya que los costos de los préstamos seguirán siendo elevados, lo que podría afectar el consumo y la inversión en varios sectores. Los analistas prevén que la inflación persistente en sectores clave podría obstaculizar el poder adquisitivo de los consumidores, además de afectar a las empresas que dependen de financiamiento barato para su crecimiento.
La relación entre la inflación y las expectativas de recortes de tasas
Uno de los factores clave que ha influido en la postura más cautelosa de la Fed es la persistente inflación. Según la medida preferida de la Fed, la inflación subió al 2,4% en noviembre, lo que supera el objetivo de la institución del 2%. Sin embargo, cuando se excluyen las categorías volátiles de alimentos y energía, la inflación subyacente llegó al 2,8%. Este nivel de inflación es una de las principales razones por las cuales la Fed ha sido más prudente en su enfoque y ha reducido las expectativas de recortes de tasas en el futuro cercano.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, señaló en una conferencia posterior a la reunión que la inflación obstinada es uno de los principales factores que ha llevado a los funcionarios a ajustar sus expectativas. Powell también destacó que la inflación no está disminuyendo tan rápidamente como se esperaba, lo que ha obligado a la Fed a cambiar de enfoque y a prever un número menor de recortes de tasas para el próximo año.
Posibles efectos de los aranceles de Trump sobre la inflación
Otro factor que preocupa a los funcionarios de la Fed son las propuestas económicas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. Algunos miembros de la Fed han comenzado a considerar el impacto de las políticas comerciales de Trump, en particular los aranceles generalizados, sobre la inflación y la economía en general. Según las actas de la reunión, algunos funcionarios temen que los aranceles puedan aumentar la inflación en un medio punto porcentual en 2025, lo que podría complicar aún más la situación para la Fed.
Los economistas de Goldman Sachs también han estimado que los aranceles podrían tener un efecto significativo en la inflación, añadiendo presión a los precios de los bienes y servicios. Esto podría dificultar aún más la capacidad de la Fed para reducir la inflación a niveles más manejables, ya que los costos de producción aumentarán debido a los aranceles.
La postura de Christopher Waller sobre los aranceles y la inflación
A pesar de las preocupaciones sobre los aranceles, algunos funcionarios de la Fed, como el gobernador Christopher Waller, han expresado su apoyo a los recortes de tasas. Waller indicó que aún respaldaba las reducciones de tasas este año debido a la expectativa de que la inflación se dirigirá gradualmente hacia el objetivo del 2% que la Fed se ha propuesto. Además, Waller no espera que los aranceles tengan un impacto significativo en la inflación y sigue considerando que la política monetaria expansiva sigue siendo necesaria para fomentar el crecimiento económico.
En una sesión de preguntas y respuestas, Waller también expresó dudas sobre la capacidad de Trump para imponer los aranceles universales prometidos durante su campaña electoral, ya que muchos analistas creen que esta medida sería perjudicial para la economía y que podría generar represalias comerciales que afecten a las empresas y consumidores estadounidenses.