Después de tres semanas de intensos esfuerzos de contención, los grandes incendios que azotaron el condado de Los Ángeles (California) han sido completamente contenidos, según información actualizada en la página web del Departamento de Bomberos de California (Cal Fire). Los incendios, que comenzaron el 7 de enero, causaron devastación y desplazaron a más de 150.000 personas, dejando un saldo trágico de al menos 29 muertos y más de 16.000 estructuras destruidas. Este evento pasará a la historia como uno de los desastres naturales más costosos en los Estados Unidos.
El devastador incendio de Palisades
El incendio más grave de la ola de fuegos fue el de Palisades, que arrasó con casi 9.500 hectáreas de terreno. Este fuego, uno de los más violentos registrados en California en los últimos años, obligó a cientos de residentes a evacuar sus hogares en busca de seguridad. A pesar de los esfuerzos constantes de miles de bomberos y equipos de rescate, el fuego avanzó de forma imparable durante varios días, con llamas que alcanzaron alturas impresionantes y temperaturas extremas.
Afortunadamente, según las autoridades, el incendio ha sido declarado «100% contenido» a fecha de 31 de enero, lo que indica que el peligro de expansión ya ha sido controlado, aunque el impacto ambiental y las pérdidas humanas y materiales son significativos.

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Incendio de Eaton: La tragedia en Pasadena
Otro incendio devastador fue el de Eaton, que afectó a la ciudad de Pasadena. Este fuego redujo a cenizas casi 5.700 hectáreas y dejó a muchos habitantes de la zona con la incertidumbre de perder sus propiedades y sus medios de vida. Al igual que el incendio de Palisades, el de Eaton también ha sido contenido en su totalidad, pero no sin antes generar pérdidas irreparables. La magnitud de estos incendios subraya el creciente desafío que enfrentan las autoridades locales y federales para manejar el riesgo de incendios en California, especialmente durante los períodos de sequía.
Impacto humano y material: Un desastre sin precedentes
La devastadora ola de incendios no solo ha afectado a la flora y fauna de la región, sino que también ha tenido un profundo impacto en la vida de miles de personas. A lo largo de estas tres semanas, más de 150.000 personas fueron evacuadas de sus hogares debido al peligro inminente de los fuegos. Además de las trágicas pérdidas humanas, que suman al menos 29 muertos, más de 16.000 estructuras fueron destruidas, lo que representa un golpe duro tanto para la economía local como para las familias afectadas.
Este evento se perfila como uno de los desastres naturales más costosos de la historia reciente de Estados Unidos, dada la magnitud de los daños y las largas labores de reconstrucción que se avecinan. El costo de los daños se eleva aún más por los esfuerzos de emergencia que se han desplegado para salvar vidas y controlar las llamas.
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Tormentas y lluvias ayudan a contener el fuego
A pesar de la magnitud de los incendios, la situación comenzó a mejorar cuando, el fin de semana pasado, la primera gran tormenta en la región en ocho meses trajo fuertes lluvias que ayudaron a sofocar los incendios. Las lluvias, que fueron muy bien recibidas por los equipos de rescate, contribuyeron a mitigar las llamas y dar un respiro a los bomberos que luchaban por contener el avance de los fuegos.
Sin embargo, este respiro no significa el fin de la tragedia, ya que muchos de los residentes que regresan a sus hogares enfrentan la difícil tarea de reconstruir lo que se ha perdido. A pesar de los esfuerzos de ayuda, las secuelas de los incendios se sentirán durante mucho tiempo en la región.
Trump se atribuye la victoria en la contención de los incendios
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha estado en el centro de la controversia respecto a la respuesta a los incendios en California. A pesar de sus críticas hacia la gestión del agua y la respuesta al desastre por parte del gobernador de California, Gavin Newsom, Trump se atribuyó la responsabilidad de la contención de los incendios, asegurando que el flujo de agua que llegó al estado fue una «victoria» lograda por su administración.
Trump publicó en su red social, Truth Social: «Foto del bello flujo de agua que acabo de abrir en California. Hoy, 1.600 millones de galones y, en tres días serán 5.200 millones de galones. Todos deberían estar contentos con esta victoria duramente peleada. ¡Ojalá me hubieran escuchado hace seis años, no habrían habido incendios!». Esta afirmación, sin embargo, ha generado críticas de varios sectores que cuestionan la efectividad de las medidas implementadas por la administración de Trump.
Medidas federales para mitigar los incendios
A principios de la semana pasada, Trump firmó una orden ejecutiva para mejorar el suministro de agua al sur de California y al Valle Central, con el objetivo de mitigar los efectos de los incendios y prevenir futuros desastres. La orden instruye a varias agencias federales a entregar más agua a la región, lo que, según Trump, contribuirá a la prevención de nuevos incendios y a la recuperación del área afectada. Sin embargo, muchos analistas apuntan que la gestión de estos recursos no ha sido lo suficientemente eficaz como para evitar la magnitud de la tragedia.
Investigación en curso sobre las causas de los incendios
La investigación sobre las causas de los incendios continúa, y aunque el fuego ya ha sido contenido, todavía no se ha esclarecido completamente qué lo originó. Se han reportado casos de incendios provocados por descuidos humanos, pero las autoridades no han descartado otras posibles causas, como el cambio climático y las condiciones extremas de sequía que afectan a California en la actualidad.
Además, sigue la búsqueda de al menos 14 personas que permanecen desaparecidas en las áreas más afectadas por los incendios. Las autoridades continúan con las labores de rescate, a pesar de que las condiciones para acceder a las zonas más afectadas siguen siendo difíciles debido a la destrucción de infraestructuras y el peligro residual de las llamas.