La excolaboradora de la Casa Blanca y antigua asesora de Donald Trump, Hope Hicks, subió al estrado el viernes en el juicio en Nueva York donde el expresidente está acusado de pagar para suprimir información perjudicial y relató cómo su campaña presidencial de 2016 se vio envuelta en una tormenta política por la filtración de una cinta en la que se jactaba de tocar a mujeres sin su consentimiento.
Hicks, que alguna vez fue una de las confidentes más cercanas de Trump, fue citada por los fiscales, que están tratando de demostrar que el alboroto en torno a la infame cinta filtrada “Access Hollywood” provocó que el entonces abogado de Trump hiciera un pago a una actriz porno para enterrar una historia negativa que podría poner en peligro su candidatura presidencial de 2016.
El testimonio de Hicks proporcionó a los miembros del jurado un vistazo de las caóticas consecuencias que tuvo la filtración de la cinta en la campaña presidencial de Trump días antes del importante debate con la candidata demócrata Hillary Clinton. Hicks señaló que se quedó atónita y se reunió con otros asesores de Trump tras enterarse de la existencia de la cinta por un reportero del Washington Post.
“Tuve la sensación de creer que esto iba a ser una historia masiva y que iba a dominar el ciclo de noticias durante los próximos días”, testificó Hicks. “Era un acontecimiento perjudicial”.
Y añadió: “Esto nos estaba haciendo retroceder de una manera que iba a ser difícil de superar”.
Después de la publicación de la cinta, Hicks pidió al entonces abogado de Trump, Michael Cohen, que fuera detrás de un rumor de otra cinta potencialmente dañina. Hicks dijo que quería ser proactiva en la búsqueda de la supuesta cinta porque no quería que nadie fuera “sorprendido”. Al final no hubo una cinta.
Cuatro días antes de las elecciones de 2016, Hicks dijo que recibió una solicitud de comentarios por parte de un reportero del Wall Street Journal para una historia que se iba a publicar sobre American Media Inc. comprando los derechos de la historia de la exmodelo de Playboy Karen McDougal de que tuvo un amorío con Trump años antes. El expresidente niega las acusaciones.