Las autoridades de Colorado están marcando esta semana el quincuagésimo aniversario de que seis activistas chicanos y estudiantes universitarios conocidos como Los Seis de Boulder fueron asesinados en atentados con coches bomba.
El que hubiera atentados en contra de los activistas y estudiantes es un recordatorio de lo duro que fue la lucha por los derechos civiles también para las comunidades hispanoestadounidenses a mediados del siglo XX. La conmemoración del aniversario, en tanto, es muestra de que cada vez se está dando más reconocimiento a esa historia.
Este martes, el Gobierno de Boulder realizará un evento de dedicatoria para develar un monumento especial que conmemora a Los Seis.
La violencia sucedió durante el apogeo del Movimiento Chicano por los derechos civiles que buscaba el acceso igualitario a oportunidades educativas, económicas y sociales para personas latinas en EE.UU., con protestas encabezadas especialmente por mexicoestadounidenses.
Los atentados con coche bomba ocurrieron el 27 y 29 de mayo de 1974, y mataron a Florencio Granado, Francisco Dougherty, Una Jaakola, Reyes Martínez, Neva Romero y Heriberto Terán.
Primero, el FBI intentó argumentar que los jóvenes eran quienes tenían los explosivos y las autoridades proponían la teoría de que la detonación accidental es lo que mató a los activistas. Pero un gran jurado federal (ciudadanos convocados para revisar si un fiscal debe presentar imputaciones) no encontró evidencia de que ese hubiera sido el caso. No se presentaron ningunos cargos y la responsabilidad de las muertes sigue sin resolverse.
Además de la dedicatoria del arte público, la semana pasada hubo un evento en la Universidad de Colorado en Boulder. Ahí estuvieron presentes familiares de las víctimas, como el hijo de Florencio Granado, quien habló de cómo su padre era un orador talentoso.
«Ojalá algún día salga a la luz la verdad sobre su muerte», expresó Granado Jr.