La administración de Biden permitirá el envío de bombas de unos 225 kilogramos (500 libras) a Israel, luego de que fuera suspendido hace más de dos meses, dijo un funcionario estadounidense.
La decisión inicial de detener un envío de bombas de aproximadamente 900 y 255 kilogramos (2.000 y 500 libras) se debió a las preocupaciones de Estados Unidos acerca de que Israel usara municiones pesadas –específicamente las bombas más grandes – en su operación en Rafah.
Un envío de bombas de 900 kilogramos (2.000 libras) todavía permanece retenido.
El Wall Street Journal fue el primero en informar que se había dado luz verde al envío de bombas de 225 kilogramos (500 libras).
“Murieron civiles en Gaza como consecuencia de esas bombas y otras formas en las que atacan centros de población”, dijo el presidente Joe Biden durante una entrevista con CNN, en referencia a las bombas de 900 kilogramos, días después de que la pausa entrara en vigencia.
A Estados Unidos no le preocupaba el uso de bombas de 255 kilogramos en una zona densamente poblada, pero los envíos incluyen múltiples municiones y ese fue el caso en esta situación, lo que resultó en una retención de ambos tipos de bombas, dijo el funcionario.
“Debido a la manera en que se preparan estos envíos, a veces pueden mezclarse otras municiones. Eso es lo que ocurrió aquí con las bombas de 255 kilogramos, ya que nuestra principal preocupación había sido –y sigue siendo– el posible uso de bombas de 900 kilogramos en Rafah y en otras partes de Gaza”, dijo el funcionario.
“Porque nuestra preocupación no eran las bombas de 255 kilogramos, esas avanzan como parte del proceso habitual”, agregó el funcionario.