El gobernador del estado de Texas (Estados Unidos), el republicano Greg Abbott, ha firmado este jueves una orden que obliga a los hospitales a recopilar los datos de la situación migratoria de sus pacientes con el objetivo de calcular el gasto estatal en sanidad dedicado a los extranjeros en situación irregular.
La medida entrará en vigor a partir del 1 de noviembre y pretende recopilar datos de forma periódica sobre «pacientes que no se encuentran legalmente en Estados Unidos», así como sobre el número de altas hospitalarias, visitas a urgencias y los costes de la atención, según ha informado el diario ‘The Hill’.
«Debido a las políticas de fronteras abiertas del presidente, Joe Biden, y la vicepresidenta, Kamala Harris, Texas ha tenido que pagar la factura de los costes médicos de individuos que se encuentran ilegalmente en el estado», ha expresado Abbott.
Tras ello, ha explicado que estos gastos hacen que aumenten los costes de la atención médica para los texanos y que las autoridades no deberían tener que «asumir la carga», trasladando la responsabilidad al Gobierno federal.
«Por eso hoy he emitido una orden ejecutiva exigiendo que se cubran los gastos sanitarios de los inmigrantes ilegales en nuestro estado. Texas responsabilizará a la Administración Biden-Harris de las consecuencias de sus políticas de fronteras abiertas, y lucharemos para garantizar que devuelvan a Texas el dinero de sus costosas y peligrosas políticas», ha añadido Abbott.
El gobernador de Texas lleva meses manteniendo un pulso con la Casa Blanca por la cuestión migratoria, y es que llegó a instalar a principios de 2023 una cadena de boyas en el río Bravo para intentar impedir la entrada de migrantes desde territorio mexicano, una decisión que finalmente fue paralizada por un tribunal.