El condado de Broward, en Florida, ha adoptado una nueva tecnología para controlar la población de mosquitos, utilizando drones para fumigar áreas de difícil acceso. Esta iniciativa, que se ha puesto en marcha desde hace más de dos años, ha mostrado resultados prometedores en la lucha contra diversos vectores de enfermedades.
Según un artículo del South Florida Sun Sentinel, el condado comenzó utilizando drones solo para vigilancia, identificando áreas donde la fumigación era necesaria. Desde 2023, estos dispositivos no tripulados han estado activos en la aplicación de pesticidas, permitiendo alcanzar zonas inaccesibles por otros medios.
Los drones utilizados pueden transportar una carga útil de aproximadamente 7 kilogramos de spray, lo que permite cubrir hasta 1,2 hectáreas por vuelo. Este método es significativamente más eficiente en comparación con las técnicas tradicionales. Los técnicos podían pasar días completos vadeando terrenos complicados para llevar a cabo la fumigación manualmente. Ahora, con el uso de drones, el mismo trabajo puede completarse en unas pocas horas.
Leading Edge Aerial Technologies, una empresa con sede en Daytona Beach, es la responsable de proporcionar estos drones. La compañía ofrece tanto la venta como el alquiler de estos dispositivos a diversos condados en Estados Unidos y Australia. Según Fox News, los drones de esta empresa son utilizados en casi la mitad de los estados del país y en una variedad de climas.
Uno de los modelos más comunes, el PrecisionVision 40X, es altamente versátil y puede aplicar materiales granulares, líquidos, volúmenes ultrabajos e incluso realizar imágenes multiespectrales y LIDAR. Esto ha permitido un control más preciso y eficiente de las poblaciones de mosquitos.
Este avance no solo es más eficiente, sino también menos invasivo. En lugar de utilizar helicópteros o aviones, que pueden ser ruidosos y perturbar a los residentes, los drones operan de manera más silenciosa. Según Bill Reynolds para Fox News, presidente y CEO de Leading Edge Aerial Technologies, el uso de drones es 12 veces más rápido que los métodos tradicionales de fumigación.
Los químicos utilizados en la fumigación están aprobados por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA). Estos químicos activan bacterias en el intestino del mosquito, eliminando las larvas cuando están en el agua. Los inspectores de campo regresan a las áreas tratadas y realizan pruebas para evaluar la eficacia del rociador.
Por otro lado, Gizmodo informa que el uso de drones para combatir mosquitos no es un fenómeno reciente. En 2013, Florida ya había experimentado con drones para identificar charcos de agua donde los mosquitos pudieran reproducirse. Sin embargo, la tecnología ha avanzado considerablemente desde entonces, permitiendo ahora que los drones realicen fumigaciones directamente. Esta práctica también ha sido adoptada por otros condados en Estados Unidos, como en California, donde los drones se utilizan de manera similar para controlar las poblaciones de mosquitos.
Los esfuerzos del condado de Broward también se han expandido más allá del uso de drones. Según el South Florida Sun Sentinel, el condado ha invertido en otros métodos de fumigación, como un nuevo sistema de 1360,78 kilogramos que reduce el spray larvicida a partículas diminutas, logrando una aplicación más eficiente. Esta máquina, que reduce el costo de fumigación a la mitad, ha permitido enfrentar la temporada de mosquitos extendida que ahora va de abril a noviembre.
En lo que va del año, Florida ha registrado siete casos de dengue transmitidos localmente, según el Departamento de Salud de Florida. De estos, un caso ocurrió en el condado de Pasco y los otros seis en Miami-Dade. Esta situación ha resaltado la importancia de mantener bajo control a las poblaciones de mosquitos, que son vectores de enfermedades como el dengue, Zika, chikungunya y fiebre amarilla. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) consideran al mosquito como el “animal más mortífero del mundo”, dado que las enfermedades que transmiten causan más de 700,000 muertes al año globalmente.