Las escuelas de Estados Unidos están implementando estrategias para garantizar la seguridad y los derechos de los estudiantes inmigrantes ante la posibilidad de que agentes de inmigración se presenten en sus instalaciones. Este escenario se plantea mientras el presidente electo, Donald Trump, se prepara para asumir el cargo con la promesa de deportar a millones de personas, lo que ha generado gran preocupación en las comunidades inmigrantes.
Escuelas defienden el derecho de los estudiantes inmigrantes
En diversas ciudades de Estados Unidos, los sistemas escolares han comenzado a reforzar su postura en defensa de los estudiantes inmigrantes, asegurando que continuarán brindando acceso a la educación sin importar su estatus migratorio. Además, han enfatizado que no colaborarán con los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en la ejecución de medidas migratorias.
California ha sido uno de los estados más activos en proporcionar orientación a las escuelas sobre cómo manejar solicitudes de las autoridades migratorias. El secretario de Justicia de California, Rob Bonta, expresó su preocupación por el temor que sienten muchas familias inmigrantes en relación con los cambios en las políticas migratorias del nuevo gobierno. «Quiero asegurarme de que los estudiantes, sus padres, y los administradores escolares estén preparados», señaló Bonta en un comunicado.
Una agente vigila a inmigrantes detenidos en una redada masiva en Misisipi (EE UU). Fotografía: AFP / REUTERS
Guía de protección estatal para estudiantes inmigrantes
California ha emitido una guía de 54 páginas que describe las protecciones legales para los estudiantes inmigrantes y proporciona instrucciones sobre cómo las escuelas deben responder ante las solicitudes de las fuerzas del orden, que pueden incluir desde la entrega de documentos hasta entrevistas con los estudiantes. Esta guía también hace hincapié en la necesidad de que los distritos escolares cuenten con planes de acción en caso de que se presenten solicitudes migratorias, debido a que las políticas actuales sobre el acceso de los agentes del ICE a las instalaciones escolares pueden modificarse en cualquier momento.
A pesar de que muchos estados, incluidos California, Chicago y Des Moines, han adoptado posturas firmes en defensa de los derechos de los estudiantes, la posibilidad de que la administración de Trump modifique las políticas actuales genera incertidumbre. Durante la campaña presidencial, Trump expresó su intención de fortalecer las políticas de inmigración, lo que ha generado un debate sobre si las medidas de protección para los estudiantes permanecerán vigentes o si sufrirán cambios drásticos.
La importancia de la seguridad escolar ante la migración
Las autoridades educativas están abordando este tema desde una perspectiva de bienestar, reconociendo que el miedo a la deportación puede afectar significativamente a los estudiantes inmigrantes. Según el Instituto de Política Migratoria, aproximadamente 733,000 niños en edad escolar en Estados Unidos se encuentran sin autorización. Esta cifra refleja el tamaño del reto que enfrentan las escuelas para garantizar un entorno seguro y libre de temores para estos estudiantes.
El sistema escolar de Des Moines, Iowa, es uno de los que ha tomado medidas proactivas. Un mes antes de que Trump asumiera el cargo, el distrito ratificó una resolución que limita la cooperación de las escuelas con los agentes del ICE. Este tipo de resoluciones tiene como objetivo tranquilizar a las familias inmigrantes, quienes temen que la deportación de un miembro de la familia pueda impactar negativamente el desempeño académico y la asistencia de los estudiantes.
Foto: Enlace Latino
Chicago y otras ciudades adoptan políticas similares
La Junta de Educación de Escuelas Públicas de Chicago, en un esfuerzo por proteger a los estudiantes inmigrantes, aprobó en noviembre una resolución que establece que las escuelas no colaborarán con el ICE en materia de inmigración. Según la resolución, los agentes del ICE no podrán acceder a las escuelas sin una orden judicial que lo autorice.
La ciudad de Nueva York también ha emitido recordatorios a los directores escolares sobre las políticas de protección, entre las que se incluye la prohibición de recopilar información sobre el estatus migratorio de los estudiantes. Estas acciones buscan crear un ambiente seguro para los estudiantes inmigrantes, permitiéndoles acceder a la educación sin temor a represalias o deportación.
Protocolos de seguridad en escuelas de Vermont
En Vermont, las autoridades escolares también se han preparado para enfrentar cualquier intento de intervención de agentes migratorios. Chris Young, director de la escuela secundaria Union del condado North y presidente electo de la Asociación de Directores de Vermont, destacó que el distrito tiene políticas que requieren que las autoridades policiales externas presenten una orden si desean acceder a los estudiantes.
Young, quien lidera una escuela que acoge a hijos de trabajadores migrantes y agrícolas, subrayó la importancia de que los estudiantes sientan que la escuela es un lugar seguro. «Queremos asegurarnos de que mantenemos las necesidades de los niños en primer plano y de que estamos haciendo todo lo posible para reforzar nuestras políticas sobre quién puede y no puede estar en las instalaciones», afirmó el director de la escuela.
La tensión en torno a la inmigración en las escuelas
El debate sobre la cooperación de las escuelas con las autoridades migratorias no es nuevo, pero ha cobrado una mayor relevancia en los últimos años. La administración de Obama había implementado políticas que restringían las acciones del ICE en las instalaciones escolares, protegiendo a los estudiantes y sus familias de posibles detenciones o arrestos. Sin embargo, la reelección de Trump y sus discursos sobre la inmigración han generado incertidumbre sobre el futuro de estas políticas.
Las escuelas en todo el país están enfrentando una situación difícil, ya que deben equilibrar la seguridad de los estudiantes con las posibles presiones del gobierno federal para colaborar con las autoridades migratorias. A pesar de las tensiones, muchos educadores siguen comprometidos con el bienestar de sus estudiantes, independientemente de su estatus migratorio.