En un giro alentador dentro de la crisis de opioides en Estados Unidos, las muertes por sobredosis han experimentado una disminución significativa, marcando la tasa de caída más rápida jamás registrada. Según informaron los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades), el número total de fallecimientos fatales descendió aproximadamente un 14.5% en un período de doce meses, lo que equivale a más de 16.000 vidas salvadas.
El declive sostenido en las muertes por sobredosis por opioides, que según CBS News alcanzó el nivel más bajo desde 2020, viene tras un pico alarmante el año pasado. En este contexto, la doctora Nora Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, expresó un optimismo cauteloso al afirmar que “estos datos son motivo de optimismo, pero no debemos perder de vista el hecho de que se estima que casi 100.000 personas siguen muriendo anualmente por estas causas”.
Allison Arwady, jefa del Centro Nacional para la Prevención y el Control de Lesiones de los CDC, destacó factores que están contribuyendo al descenso de muertes. Según declaraciones a CBS News, mencionó que la disponibilidad más amplia del aerosol de reversión de sobredosis naloxona, más conocido como Narcan, fue un factor clave, junto con los esfuerzos para cerrar brechas en el acceso a medicamentos que pueden tratar el trastorno por uso de opioides.
NPR señaló que un factor notable que contribuye al descenso en las muertes es el cambio en las tendencias de prevención primaria, observadas en la disminución sustancial del consumo de drogas ilícitas entre estudiantes de secundaria, basado en encuestas de los CDC. Este cambio demuestra una reducción en la exposición inicial a las drogas entre los jóvenes, apuntando a una posible disminución futura continua.
Por su parte, el doctor Nabarun Dasgupta, científico principal de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, expuso que la disminución podría estar relacionada con una transformación en el suministro ilegal de drogas.
Por otro lado, NPR también reporta teorías ampliadas que consideran la bajada de potencia en el fentanilo distribuido en algunas comunidades estadounidenses como un factor potencial para la caída en las muertes. Rahul Gupta, líder de la Oficina Nacional de Política de Control de Drogas de la Casa Blanca, indicó que “los últimos datos muestran que nuestros esfuerzos están funcionando. Cada vida salvada significa una familia y comunidad menos afligida”.
Los expertos señalan que es crucial reconocer que no todas las comunidades están viendo mejoras: las muertes por sobredosis en comunidades afroamericanas y nativas americanas han aumentado, según NPR. Esto se suma al llamado de Gupta de que, “no vamos a vencer esta epidemia sin enfocarnos en comunidades que a menudo son marginadas y desatendidas,” abogando por más fondos para tratamientos de adicción y servicios de salud en estas áreas.
A medida que continúa disminuyendo el número de sobredosis fatales, expertos temen que este declive pueda desviar el enfoque y los recursos de los programas críticos de salud para personas que usan drogas en la calle. El doctor Brian Hurley, líder de la Sociedad Americana de Medicina de Adicciones, advirtió a NPR sobre la necesidad de mantener un “enfoque sostenido” para evitar la complacencia en la lucha contra la epidemia.
Los desafíos para abordar esta crisis persistente continúan siendo numerosos, y las agencias sanitarias permanecen atentas a las causas subyacentes de brotes en comunidades que aún enfrentan tasas elevadas de mortalidad por sobredosis. En conclusión, aunque el descenso en las muertes por sobredosis ofrece un rayo de esperanza, el camino hacia un control efectivo de esta crisis requiere esfuerzos constantes y dirigidos hacia las comunidades más afectadas.