Un hombre que el sábado disparó a cinco personas en Hawái, matando a tres de ellas, ha sido identificado por su familia como Hiram Silva, de 58 años.
Silva también murió el sábado, luego de que un vecino de 42 años le disparara, esa persona fue inicialmente arrestada, pero la policía la liberó el lunes sin cargos ni explicación.
En conversaciones con amistades, la familia de las víctimas ha dado más detalles sobre lo que pasó antes de los asesinatos.
El incidente pudo haber comenzado cuando alguien que estaba en la propiedad de Silva durante una fiesta de graduación, se puso a quemar caucho en un caminito estrecho que es compartido por varias propiedades cercanas.
Los miembros de la familia de las víctimas, quienes también llevaban a cabo una reunión, fueron a la propiedad de Silva para enfrentar la situación del fuego.
La policía dice que fue entonces cuando Silva usó maquinaria pesada para empujar los autos hacia el porche de la casa de los vecinos. Después de unos 45 segundos de destrucción, comenzó a disparar entre 15 y 20 tiros.
El incidente duró aproximadamente dos minutos con tres residentes de la casa muertos, otros dos heridos y Silva muerto a tiros a mano del hombre de 42 años.
El médico forense aún no ha identificado públicamente a las tres mujeres que murieron. Tenían 34, 36 y 29 años, y los amigos dicen que todas eran residentes de la propiedad, que incluye al menos dos casas al lado de un lote agrícola.
Un hombre de 31 años y una mujer de 52 años siguen hospitalizados en estado crítico.
Philip Ganaban, miembro de la junta vecinal del conjunto, dijo que estaba familiarizado con los Silva.
“Hiram era un tipo muy tranquilo y siempre tenía formas de hacer las cosas, no kosher o como se dice”, dijo. “Disparaba su arma, se emborrachaba y disparaba con su arma, pero nunca combatía y apuntaba a la gente”.
Al identificar a Silva, su familia dijo que era un hombre de familia y un padre amoroso.
Silva también era conocido por su historial tirar desperdicios ilegalmente por parte de su empresa SER Trucking. Su propiedad incluye un edificio que alquilaba para fiestas, a veces ruidosas, incluso cuando las reuniones estaban prohibidas durante la pandemia, lo que provocó múltiples quejas de la familia a la que atacó.
“Según la familia, hubo mucha intimidación, pero él nunca salió físicamente ni hizo nada”, dijo Ganaban. “Entonces, disparaba su arma, hacía ruidos, iluminaba la propiedad con su foco, pero nunca salió y dijo: ‘Los voy a matar, les voy a hacer esto’”.
El lunes por la mañana, sentados en la terraza dañada de su casa, la familia dio la bienvenida a un flujo constante de visitantes y cortésmente declinó hacer comentarios a los periodistas.
El hombre de 42 años al que la policía consideró acusar de asesinato por matar a Silva fue liberado sin explicación por la policía.
Ganaban dijo que la familia todavía teme represalias por eso, pero se les negó cualquier protección, y no había señales de la policía en el área el lunes por la mañana.
La policía declinó hacer comentarios y no puso a nadie disponible para responder preguntas sobre uno de los peores incidentes de tiroteos en la historia reciente de Hawái.
Junto con la tragedia de tener que lamentar tres muertes y esperar la recuperación de otras dos, la familia tiene otra preocupación muy práctica: la maquinaria pesada sigue encajada debajo del techo del porche y no están seguros de quién la sacará sin causar más daños a la casa.