El exabogado y otra mano derecha de Donald Trump, Michael Cohen, aseguró este lunes que el expresidente estadounidense, acusado de falsificar documentos contables para comprar el silencio de la actriz porno Stormy Daniels, actuó así para proteger su campaña electoral de 2016, y no tanto a su matrimonio con Melania.
“Quiero que se oculte hasta que pasen las elecciones (2016). Si gano, no tendrá relevancia porque ya seré presidente; si pierdo, ni siquiera me importará”, parafraseó Cohen a Trump para añadir que “era por la campaña, no por Melania” Trump.
Unas declaraciones que provocaron los primeros gestos ostensibles de negación con la cabeza por parte del exmandatario durante la sesión de este lunes en el tribunal de Nueva York, donde incluso ha permanecido momentos prolongados con los ojos cerrados.
“Ni siquiera pensaba en Melania. Era todo por la campaña”, repitió Cohen.
Melania y Donald Trump se conocieron en 1998, cuándo él tenía 52 años y ella 28, y la pareja llegó al altar en 2005, tan solo un año antes del supuesto desliz con Daniels; un ‘affaire’ que, de comprobarse, tuvo lugar cuando ella estaba embarazada.
Además, Barron, el único hijo fruto del matrimonio entre Trump y Melania, nació el 20 de marzo de 2006 y creció en el ático de la Torre Trump, lugar donde según la Fiscalía se fraguaron los acuerdos del otrora jefe del Ejecutivo estadounidense para ocultar este lío de faldas y otro con Karen McDougal, una modelo Playboy.
Todo por evitar que los medios publicaran
Cohen, de la misma manera, reveló este lunes en el juicio penal que el expresidente enfrenta en Nueva York cómo este insistía para que “no salieran a la luz” supuestas relaciones extramaritales que podrían haber afectado a su campaña de 2016.
“El propósito era evitar que la historia fuera vendida o comercializada a una fuente externa”, detalló Cohen tras explicar cómo fue su papel de intermediación con el tabloide estadounidense The National Enquirer.