El alcalde de Chicago, el demócrata Brandon Johnson, anunció este lunes que los refugios para migrantes cerrarán a fin de año y se unificarán los servicios temporales de vivienda para las personas sin hogar y los extranjeros recién llegados.
Chicago vivió desde agosto de 2022 la masiva llegada de solicitantes de asilo, en su mayoría enviados por el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, a ciudades denominadas santuarios de inmigrantes y dirigidas por demócratas.
En el pico de la crisis, durante el verano de 2023, hasta 2 mil migrantes llegaban a Chicago desde Texas cada semana, según datos de la ciudad.
Ante la situación, Chicago abrió varios refugios para albergar a los recién llegados que llegaron a dormir en las estaciones de policía y el aeropuerto, en su mayoría venezolanos y colombianos.
En una conferencia de prensa en el Ayuntamiento, Johnson destacó hoy la labor de la ciudad para recibir a los extranjeros y enfrentar la retórica antimigrante de Abbott.
El alcalde también expresó confianza en su nuevo plan de fusionar los refugios para indocumentados con los que ofrecen techo a los desamparados.
En ese sentido, Beatriz Ponce de León, encargada de migración de la Alcaldía de Chicago, dijo que la fusión de los dos sistemas beneficiará a ambas comunidades.
El nuevo plan tendrá un total 6 mil 800 camas disponibles para personas sin hogar, incluyendo a los inmigrantes recién llegados, entrará en funcionamiento en enero.
El actual sistema de refugios para personas sin hogar tiene 3 mil camas, por lo que la ciudad añadirá 2 mil 100 más, mientras que el estado financiará mil 700 camas adicionales, según información citada por el periódico Chicago Tribune.
En lo que resta del año, la ciudad solo dará refugio en los albergues de migrantes a aquellos que no lleven más de 30 días en el país.