Recientemente, el expresidente Donald Trump mencionó la posibilidad de que el gobierno de Estados Unidos entregue cheques de estímulo de hasta $5,000 a los contribuyentes, como parte de un plan que fue propuesto por el CEO de Azoria, James Fishback, y que se gestó en colaboración con Elon Musk y el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Esta idea surgió a partir de una sugerencia de Fishback en la plataforma X, propiedad de Musk, y tiene como objetivo devolver a los ciudadanos una porción significativa de los ahorros que se generarían mediante la reducción de gastos innecesarios en el gobierno.
La propuesta, que ha causado gran interés y debate, plantea que los contribuyentes puedan recibir un 20% de los ahorros identificados por el programa DOGE, lo que podría traducirse en miles de millones de dólares destinados a los hogares que más contribuyen al sistema fiscal. Según Trump, los ahorros derivados de la eficiencia gubernamental serían abrumadores, mencionando: “Los números son increíbles, Elon. Millones, miles de millones, cientos de miles de millones”.
¿Qué es el dividendo DOGE?
El “dividendo DOGE” se concibe como una devolución dirigida exclusivamente a aquellos hogares que son contribuyentes netos de impuestos federales. Esto significa que el pago sería exclusivo para aquellos que aportan más en impuestos federales de lo que reciben del gobierno en forma de reembolsos u otros beneficios fiscales. Fishback subrayó que este pago no estaría destinado a los hogares de bajos ingresos que no están sujetos a impuestos federales, los cuales, según el Centro de Investigación Pew, representan a la mayoría de los estadounidenses con ingresos anuales ajustados inferiores a $40,000.
El objetivo de esta medida es asegurar que el dinero recaudado se destine a los hogares que están más comprometidos con el sistema fiscal y que, además, tienen una mayor propensión al ahorro. Fishback detalló que durante la pandemia, los hogares de bajos ingresos que recibieron cheques de estímulo fueron menos propensos a ahorrar y más inclinados a gastar el dinero, lo que afectó de manera diferente la economía. Así, la propuesta busca beneficiar a aquellos hogares que realmente contribuyen al funcionamiento del sistema fiscal y que tienen un mayor nivel de ahorro.
Un estímulo sin déficit
Una de las principales diferencias entre este plan de estímulo y los previos, como los que se entregaron durante la pandemia, es la manera en que se financiaría. Mientras que los cheques de estímulo previos fueron financiados mediante un aumento en el déficit federal, el «dividendo DOGE» no implicaría un endeudamiento adicional para el gobierno. Según la propuesta, el dinero para los pagos de estímulo provendría directamente de los ahorros obtenidos a través de la eficiencia en el gasto gubernamental, algo que según Trump y Musk podría alcanzar cifras impresionantes.
El plan también ha sido diseñado de manera que no sea inflacionario, a diferencia de los estímulos previos, que generaron un aumento de la inflación debido a su financiación con déficit. Fishback aclaró que este sistema se basa en la reducción de los gastos innecesarios del gobierno, lo que significa que los pagos no generarían un efecto inflacionario en la economía.
¿Quiénes serían los beneficiarios de los cheques de estímulo?
La propuesta de los cheques de estímulo DOGE se centraría en aquellos contribuyentes netos que, de acuerdo con el sistema fiscal de Estados Unidos, son aquellos que pagan más en impuestos federales de lo que reciben en beneficios fiscales. Esto significa que aquellos ciudadanos que no pagan impuestos federales, en su mayoría personas de bajos ingresos, no calificarían para recibir el «dividendo DOGE».
Este enfoque tiene como propósito apoyar a los hogares que están más comprometidos con el sistema fiscal y que tienen una mayor capacidad de ahorro. Según Fishback, los hogares de bajos ingresos que recibieron cheques de estímulo durante la pandemia fueron más propensos a gastar ese dinero en lugar de ahorrarlo, lo que produjo un efecto económico diferente al que se busca con esta nueva propuesta.
Aunque el enfoque inicial está orientado a los contribuyentes que más aportan al sistema fiscal, algunos críticos han cuestionado si esta medida podría excluir a muchos hogares que podrían beneficiarse de un estímulo adicional, especialmente en tiempos de incertidumbre económica.
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Un plan prometedor pero con incertidumbres
A pesar de la gran atención que ha generado esta propuesta, aún existen muchos detalles sin aclarar sobre cómo se implementaría el «dividendo DOGE». No se ha especificado cuándo podría concretarse la entrega de estos cheques de estímulo ni cuáles serían los pasos siguientes a seguir por parte de Trump y Musk, quienes aún se encuentran evaluando la viabilidad de la propuesta.
Este plan ha sido recibido con una mezcla de entusiasmo y escepticismo, ya que algunos consideran que la idea de un gobierno más eficiente podría ser la clave para reducir el déficit fiscal y mejorar la economía, mientras que otros dudan de su viabilidad y de la capacidad del gobierno para llevar a cabo una reforma tan ambiciosa.
El cheque de estímulo propuesto por Trump y Musk, conocido como el «dividendo DOGE», podría tener un impacto significativo en las familias, especialmente en el contexto de una posible recesión económica. Si bien el enfoque de este plan es diferente al de los estímulos anteriores, en los que se utilizó dinero sin respaldo directo (lo que contribuyó a un aumento del déficit y la inflación), este nuevo modelo se basaría en los ahorros derivados de la reducción de gastos innecesarios del gobierno, lo que podría traer varias implicaciones para las familias estadounidenses.
Impacto en las familias durante una recesión
En primer lugar, es importante recordar que durante una recesión, las familias suelen enfrentar un entorno económico más difícil. La recesión está asociada con un aumento en el desempleo, una reducción en los ingresos disponibles y una caída en la confianza económica. En este contexto, cualquier tipo de estímulo económico tiene el potencial de aliviar parcialmente el impacto negativo sobre los hogares, particularmente aquellos más afectados por la crisis económica.
Ayuda inmediata a los hogares más afectados
El «dividendo DOGE» podría ofrecer un alivio inmediato a las familias de ingresos medianos y altos que más contribuyen al sistema fiscal. Estas familias, que ya están comprometidas con el pago de impuestos federales, recibirían un reembolso basado en los ahorros identificados por el programa DOGE. Este tipo de pago sería de ayuda directa, ya que podría complementar los ingresos de las familias en un momento en que la recesión podría haber reducido su capacidad de ahorro o aumentado sus dificultades económicas.
Por ejemplo, si una familia de clase media recibe un pago de $5,000, esa cantidad podría destinarse a cubrir deudas, pagar servicios básicos o incluso ahorrar para el futuro. En un entorno de recesión, en el que muchas personas ven reducidos sus ingresos o enfrentan mayores incertidumbres sobre sus empleos, contar con este tipo de ayuda económica podría ser un salvavidas temporal para muchos.
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Efecto sobre el ahorro y el gasto
Un aspecto importante del «dividendo DOGE» es que, a diferencia de los estímulos anteriores, la propuesta se basa en los ahorros generados por el gobierno a través de una mayor eficiencia. Esta diferencia es crucial, ya que los pagos no se financiarían mediante el endeudamiento o la emisión de dinero sin respaldo, lo que evitaría un aumento de la inflación, que es un factor común en situaciones de recesión.
Esto podría ayudar a que las familias no solo reciban el pago, sino que también se minimicen los efectos negativos de una inflación creciente, que históricamente ha acompañado a las recesiones. Al no aumentar el déficit fiscal y al estar basados en ahorros, los pagos no generarían un aumento en los precios de los bienes y servicios esenciales. Esto sería especialmente importante para las familias con ingresos más bajos, ya que, en recesiones anteriores, la inflación ha afectado desproporcionadamente a los hogares que no tienen margen para absorber aumentos en el costo de la vida.
Desigualdad económica
Sin embargo, uno de los puntos más discutidos en torno a la propuesta es que el «dividendo DOGE» no beneficiaría a todos por igual. La iniciativa está diseñada principalmente para los hogares que pagan impuestos federales netos, es decir, aquellos que aportan más en impuestos de lo que reciben. Esto excluye a muchos hogares de bajos ingresos, quienes, debido a sus ingresos más bajos, no contribuyen significativamente al sistema fiscal y, por lo tanto, no calificarían para el estímulo.
En tiempos de recesión, los hogares con menores ingresos suelen ser los más vulnerables, y muchos dependen de los pagos directos del gobierno para sobrevivir. Durante la pandemia, por ejemplo, los cheques de estímulo fueron esenciales para mantener el poder adquisitivo de millones de familias en situación de vulnerabilidad. Si bien este modelo tiene un enfoque de justicia fiscal, excluyendo a los hogares más pobres, podría generar una sensación de desigualdad en un momento ya de por sí difícil.