La Policía Estatal de Kentucky empleó esta semana perros rastreadores de cadáveres para buscar en bosques cercanos a la casa de Miya Tucker, una bebé de 8 meses desaparecida en ese estado. Hasta el momento no se ha informado de ningún hallazgo.
“No tenemos pruebas de que haya fallecido”, dijo Corey King, agente de la policía estatal, a la filial de NBC News WFIE en la cercana localidad Evansville, Indiana.
“Pero tampoco tenemos pruebas de que esté viva”.
Los padres de la niña, Tesla Tucker, de 29 años, y Cage Rudd, de 30; los abuelos Billie J. Smith, de 49, y Ricky J. Smith, de 56; y una quinta persona, identificada como Timothy L. Roach, han sido arrestados.
Todos son de la zona de Reynolds Station, excepto Roach, quien es de Owensboro, explicó la policía.
No está claro si los sospechosos han contratado a un abogado. El defensor público de la zona no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios. Algunos de los cinco estaban en corte el lunes, pero no quedó claro por qué. Se han programado más comparecencias judiciales para el miércoles.
La policía estatal anunció el pasado jueves la detención de los padres de Miya, así como de su abuelo. Los tres fueron fichados por acusaciones de abandono de menores y cargos relacionados con fentanilo.
King, el policía estatal, le aseguró a WFIE que los padres fueron contactados en un motel de Kentucky dentro de una habitación donde había drogas “a la vista”, incluyendo píldoras de fentanilo y metanfetaminas.
Miya no estaba allí, añadió.
La policía estatal anunció el domingo que la abuela de la bebé también había sido arrestada —descubrieron que tenía una orden de arresto activa por violencia doméstica— cuando fueron a su residencia a buscar a la niña.
Además, agregaron, en la residencia de la abuela vieron a un hombre, identificado como Roach, arrojar medicamentos “no recetados” debajo de su vehículo, lo que condujo a su detención como sospechoso de poseer una sustancia controlada.
No está claro qué relación tiene Roach con la familia, si es que tiene alguna.
King añadió a WFIE que un miembro de la familia precisó que Miya no había sido vista desde finales de abril. Por lo demás, lamentó que los más allegados tuvieran menos información para las autoridades que la buscan.
El oficial aseveró que cuando la niña nació en octubre, su cordón umbilical dio positivo a metanfetaminas. King explicó que Miya tiene tres hermanos mayores que habían sido apartados de su hogar por las autoridades estatales, que alegaron supuestos problemas con las drogas.
El Gabinete de Salud y Servicios Familiares del estado tenía intención de llevarse también a Miya, según King.
Sus padres dijeron a las autoridades que la niña ya había sido recogida por la agencia, pero King afirmó que eso no era cierto.
King, portavoz de la policía estatal en la zona de Reynolds Station, a unas 90 millas al suroeste de Louisville, contó que los investigadores aún tienen esperanzas de que Miya pueda ser encontrada con vida.
Pero advirtió: “Cuanto más tiempo transcurra, más sombrío será el desenlace”.