El exsenador demócrata Bob Menéndez fue sentenciado este miércoles a 11 años de prisión tras ser hallado culpable de usar su influencia política en Washington D.C. para actuar como agente de un gobierno extranjero, en este caso Egipto, a cambio de sobornos, lingotes de oro y lujosos obsequios. Esta sentencia marca el fin de una carrera política que, a lo largo de varias décadas, lo llevó a ser una de las figuras más poderosas entre los latinos en los Estados Unidos.
La acusación y los sobornos recibidos por Bob Menéndez
Menéndez, de 71 años, enfrentó cargos graves relacionados con corrupción, siendo acusado de aceptar regalos de empresarios a cambio de su apoyo a sus intereses y los de Egipto. En su testimonio previo a la sentencia, el exsenador pidió clemencia al juez federal Sidney Stein, visiblemente afectado y rompiendo en llanto en varias ocasiones. «Lo he perdido todo», expresó, mientras destacaba su carrera en el servicio público, lamentando el impacto de las acusaciones en su vida y su reputación.
La Fiscalía había solicitado una pena de 15 años de cárcel, mientras que los abogados de Menéndez pidieron una condena más leve, citando sus décadas de servicio público y su historia de superación personal como hijo de inmigrantes cubanos. No obstante, el juez dictó una sentencia de 11 años, argumentando que la corrupción en niveles tan altos del gobierno requiere un castigo ejemplar.
La reacción de los implicados en el caso de Bob Menéndez
El caso también involucra a dos empresarios de Nueva Jersey, Wael Hana y Fred Daibes, quienes fueron condenados por sobornar a Menéndez. Hana recibió una pena de ocho años de prisión y una multa de 1.25 millones de dólares, mientras que Daibes fue sentenciado a siete años y una multa de 1.75 millones. Ambos empresarios se enfrentan a graves consecuencias por su participación en este esquema de corrupción.
Daibes, visiblemente afectado, pidió clemencia, alegando que su condena lo había dejado “al borde del suicidio” debido a los efectos que tendría en su vida y en la de su hijo autista de 30 años. Además, uno de los empresarios se declaró culpable y testificó contra Menéndez durante el juicio, contribuyendo al proceso que llevó a la condena del exsenador.
El juicio y los lujosos obsequios de Egipto
El juicio de Bob Menéndez reveló detalles impactantes sobre los obsequios que recibió de empresarios ligados a Egipto. Entre los artículos encontrados en su hogar de Englewood Cliffs, Nueva Jersey, se descubrieron lingotes de oro por valor de 150,000 dólares y una gran cantidad de dinero en efectivo. Los agentes del FBI que registraron la residencia de Menéndez encontraron 480,000 dólares, parte de los cuales estaban escondidos dentro de botas y en los bolsillos de la ropa en los armarios de su hogar.
Los fiscales acusaron a Menéndez de utilizar su cargo en el Senado para proteger los intereses de Egipto, en particular un monopolio de certificación de carne que un empresario había establecido con ese país. Además, Menéndez proporcionó información confidencial sobre el personal de la embajada estadounidense en El Cairo y presionó a otros senadores para levantar la retención de ayuda militar a Egipto, lo que fortaleció la posición de los empresarios que lo sobornaron.
Los vínculos familiares de Bob Menéndez y su impacto en la sentencia
El caso de Menéndez también ha afectado a su familia, en particular a su esposa, Nadine, quien se encuentra a la espera de juicio por cargos relacionados con los mismos delitos. La pareja había acumulado una considerable fortuna, según las pruebas presentadas durante el juicio, y su residencia fue uno de los focos de las investigaciones. Nadine Menéndez, que también está luchando contra el cáncer de mama, ha sido mencionada en los cargos debido a los lujosos obsequios recibidos y los pagos que se realizaron a través de su cuenta.