A tan solo cuatro días de dejar la Casa Blanca, el presidente Joe Biden pronunció su discurso de despedida ante la nación este miércoles en horario de máxima audiencia, un acto tradicional que se remonta al adiós de George Washington en 1796. Frente a la cámara, en el Despacho Oval y con fotos familiares detrás, Biden no solo defendió su legado, sino que también aprovechó la ocasión para lanzar una serie de advertencias al futuro del país. En su discurso, alertó sobre los peligros de una «oligarquía tecnológica», hizo hincapié en la defensa de las instituciones democráticas y habló sobre la necesidad de limitar el poder presidencial, haciendo alusiones claras a su sucesor, Donald Trump.
El legado de Joe Biden y su advertencia sobre la concentración de poder
Joe Biden, con 82 años de edad, se despidió de la Casa Blanca con un claro mensaje sobre las amenazas que enfrenta la democracia estadounidense. A lo largo de su discurso, advirtió contra la creciente concentración de poder en manos de pocos multimillonarios, una situación que, según él, pone en riesgo la igualdad de oportunidades y la libertad fundamental de los ciudadanos. Biden expresó su preocupación por la formación de una «oligarquía» que amenaza la democracia de los Estados Unidos.
“El país enfrenta una peligrosa concentración de poder en manos de unas pocas personas ultrarricas”, afirmó Biden, haciendo referencia directa a magnates como Elon Musk y Mark Zuckerberg.
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¿Qué implica la amenaza de una oligarquía tecnológica?
En su discurso, Biden comparó la concentración de poder de los magnates tecnológicos con los «barones ladrones» de finales del siglo XIX, industriales y financieros cuyas prácticas fueron vistas como poco éticas. Al referirse a la «oligarquía tecnológica», Biden subrayó los peligros de la concentración de tecnología, poder y riqueza en pocas manos, advirtiendo que esto podría tener consecuencias nefastas para la estabilidad política y social de los Estados Unidos.
“Vemos los mismos peligros con la concentración de tecnología y poder. Seis décadas después de las advertencias de Eisenhower sobre el complejo industrial-militar, me preocupa el ascenso de un complejo industrial tecnológico que podría plantear nuevos peligros para el país”, dijo Biden. En ese sentido, la creciente influencia de las redes sociales y los problemas relacionados con la desinformación fueron temas centrales en su discurso.
Desinformación y la importancia de la prensa libre
Uno de los puntos más contundentes en el discurso de Biden fue su crítica hacia las redes sociales y las plataformas que, según él, han dejado de verificar los hechos. Hizo un llamado a la necesidad de rendir cuentas a las grandes corporaciones tecnológicas como Meta, la empresa de Mark Zuckerberg, y X (anteriormente conocida como Twitter), dirigida por Elon Musk. Biden lamentó que la desinformación estuviera socavando la confianza en las instituciones democráticas y expresó su preocupación por los efectos de este fenómeno sobre la sociedad estadounidense.
“La prensa libre se desmorona, y los medios sociales están renunciando a la comprobación de los hechos. La verdad está siendo sofocada por mentiras que se difunden por poder y beneficio. Debemos pedir cuentas a las redes sociales para proteger a nuestras familias, nuestra democracia y nuestros derechos”, subrayó el presidente.
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Biden y su visión sobre el poder presidencial
Además de sus preocupaciones sobre la concentración de poder, Biden también defendió su visión sobre el papel del presidente en la democracia estadounidense. Hizo hincapié en que el poder presidencial no debe ser absoluto ni ilimitado. En su discurso, propuso una serie de reformas que, aunque suenan a ideales de una era pasada, reflejan sus preocupaciones sobre la salud de la democracia.
Biden abogó por una reforma tributaria para garantizar que los multimillonarios paguen su parte justa de impuestos, propuso la limitación de los mandatos de los magistrados del Tribunal Supremo a 18 años y la prohibición del llamado “dinero oscuro” en las campañas electorales. Además, una de sus propuestas más notorias fue la reforma constitucional para establecer que el presidente no tiene inmunidad penal mientras esté en el cargo.
“En una democracia, el poder no es absoluto, ni debe serlo. Los presidentes no deben tener inmunidad por sus actos”, afirmó Biden en su discurso.
Logros y desafíos en su presidencia
A lo largo de su mandato, Joe Biden enfrentó una serie de desafíos que marcaron su tiempo en la Casa Blanca. La inflación, los problemas de inmigración y las tensiones internacionales fueron temas recurrentes que complicaron su gestión. Sin embargo, también dejó un legado de logros, entre los que se destacan la recuperación económica tras la pandemia, la creación de empleo, los avances en infraestructuras y el apoyo a las energías renovables.
Biden reconoció que su presidencia fue opacada por varios factores negativos, especialmente la elevada inflación, que alcanzó los niveles más altos en 40 años, y el aumento de la inmigración irregular. Estos dos problemas fueron utilizados en contra de su administración por sus opositores, entre ellos Donald Trump, quien, a pesar de la polarización, ha logrado mantenerse como una figura política relevante.
Biden y el final de un mandato de transición
Joe Biden llegó a la Casa Blanca con la intención de ser un presidente de transición, una figura llamada a cerrar el ciclo del mandato de Trump y restaurar la estabilidad política y social en el país. Aunque en los primeros años parecía que esta era su única misión, los buenos resultados de las elecciones legislativas de 2022 lo motivaron a aspirar a un segundo mandato, a pesar de su avanzada edad.
Sin embargo, a medida que se acercaba el final de su mandato, la realidad política le obligó a retirar su candidatura. La presión de su propio partido, junto a una serie de errores, incluyendo su actuación en el debate presidencial de 2024, lo llevaron a dar paso a su vicepresidenta, Kamala Harris. Durante su discurso de despedida, Biden dedicó sentidas palabras a Harris, quien se considera una figura clave en el futuro del Partido Demócrata.