El consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, aterrizó poco antes de las 14H00 locales (06H00 GMT) en Pekín, donde se reunirá con altos funcionarios del Gobierno chino.
Sullivan fue recibido en el aeropuerto de Pekín por el director general del Departamento de Asuntos de América del Norte y Oceanía del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Yang Tao, y por el embajador de Estados Unidos en China, Nicholas Burns, según imágenes retransmitidas por la televisión estatal CCTV.
El viaje de Sullivan se produce a diez semanas de las elecciones presidenciales estadounidenses, en las que la vicepresidenta, Kamala Harris, se enfrentará al republicano Donald Trump.
Se trata del primer viaje de un asesor de Seguridad Nacional estadounidense a China en ocho años y es, además, la primera visita al país del propio Sullivan, quien mantendrá su quinta reunión con el canciller chino, Wang Yi.
Hablar de Taiwán
La Casa Blanca ha avanzado que planteará su «preocupación» por el «aumento de la presión militar, diplomática y económica» sobre Taiwán, mientras que Pekín ha señalado que presentará «exigencias firmes» sobre esa cuestión ante los emisarios estadounidenses.
Tras la toma de posesión de William Lai -calificado de alborotador por China- como presidente taiwanés en mayo, China ha estrechado aún más su cerco militar en torno a la isla, un territorio gobernado de forma autónoma desde 1949 y considerado por las autoridades de Pekín como una «provincia rebelde» para cuya «reunificación» no ha descartado el uso de la fuerza.
Comercio y conflictos globales
Asimismo, China también protestará por las «medidas desproporcionadas» tomadas por Washington en materia de aranceles comerciales, controles a la exportación, revisiones de inversiones o sanciones unilaterales, y reclamará que EE. UU. «deje de politizar y convertir en cuestiones de seguridad asuntos comerciales».
Mientras, Washington sigue apuntando al desarrollo de alta tecnología de China y su supuesto «exceso de capacidad».
Los portavoces chinos han insistido en que la visita de Sullivan es un «paso importante» en la comunicación entre ambas potencias, si bien han incidido en que los lazos bilaterales «están todavía en ante una encrucijada trascendental para su estabilización».