El equipo de servicios de paisajismo de una universidad en East Campus taló un roble moribundo a principios de este mes, esperando encontrar una rama hueca. Sin embargo, lo que encontraron fue sorprendente: una ardilla voladora. Brian Dieterman, subdirector de los servicios de paisajismo de la universidad, manifestó su sorpresa al decir: “Estamos acostumbrados a ver ardillas en los árboles, pero esto no parecía una ardilla”. La visión de estos animales emergiendo de la rama del árbol fue inesperada, dando inicio a una serie de avistamientos en la zona.
A pesar de que la escena duró solo unos minutos, fue suficiente para que uno de los trabajadores capturara en video el salto de una de las ardillas voladoras al siguiente árbol. Este video llegó a la bandeja de entrada de Larkin Powell, profesor de biología de la conservación, quien lo observó con asombro junto con los comentarios de la tripulación en el suelo, diciendo: “Oh, Dios mío” y “Eso es una locura”.
La presencia de estas ardillas en East Campus sorprendió a Powell y a otros expertos de la Escuela de Recursos Naturales, ya que hasta donde se sabía, la única población en Nebraska se encontraba a 145 kilómetros de distancia, cerca del Parque Estatal Indian Cave. Powell explicó sobre la dificultad de documentar estas especies debido a su naturaleza esquiva y su tamaño: “Es una de las especies que es más difícil de documentar porque no aparecen cuando hay gente cerca, y son pequeños”.
La presencia de Ardillas voladoras no es común en Nebraska. La Federación Nacional de Vida Silvestre indica en su página web que estas ardillas no se impulsan para volar como un pájaro o murciélago, sino que se deslizan. Se resalta que la ardilla voladora del sur se encuentra en todo el este de Estados Unidos, mientras que la ardilla voladora del norte habita principalmente en el noreste, la costa oeste, Idaho y Montana.
El profesor de conservación de vida silvestre en la Universidad de Río Grande de Ohio, Don Althoff, quien obtuvo su maestría en 1978 en la Universidad de Nebraska, ha estudiado a las ardillas voladoras del sur durante casi 30 años. Althoff ha observado estos animales deslizarse distancias de 37 a 69 metros. Relató que, aunque se desplazan de manera elegante por el aire, son torpes en el suelo debido a que sus aletas en forma de vela van desde la muñeca hasta el tobillo.
Shaun Dunn, zoólogo del patrimonio natural del estado, no se mostró tan sorprendido, aunque sí intrigado por cómo estas ardillas llegaron a Lincoln. Hasta ahora, se han confirmado varios avistamientos en la zona. Dunn y sus colegas registraron los primeros avistamientos en 2018 en el barrio Country Club y desde entonces ha habido avistamientos recurrentes en diferentes vecindarios del área de Lincoln. Sin embargo, la falta de informes entre Lincoln y el Parque Estatal Indian Cave sugiere que los animales no migraron por sí mismos.
El hallazgo en East Campus eleva el número de avistamientos confirmados a 15. Según Dunn, es improbable que las ardillas hayan cruzado los campos de cultivo para llegar a la ciudad. Las teorías sugieren que podrían haber viajado dentro de equipos de campamento desde Indian Cave o en camiones utilitarios. Esta posibilidad se fortalece tras un incidente en el que un equipo de Windstream encontró una madre y dos crías dentro de una bota de plástico enrollada alrededor de cables de comunicación.
En el marco de la investigación, la universidad contactó a Don Althoff, un experto en ardillas voladoras de la Universidad de Río Grande en Ohio, quien ha estado estudiando esta especie durante casi 30 años. Althoff proporcionó planos para construir casas nido específicas para ardillas voladoras, las que fueron replicadas por John Carroll, director de la Escuela de Recursos Naturales, con la esperanza de atraer a las ardillas desplazadas.
Brian Dieterman y su equipo instalaron una de estas casas a unos tres metros de altura en otro roble. El plan incluye involucrar al Wildlife Club de estudiantes en la construcción de más cajas y en el monitoreo de las ardillas. Powell también planea instalar cámaras de rastreo para intentar capturar la actividad de estos animales.
Powell destacó la importancia de comprender cómo y por qué estas ardillas voladoras han llegado a Lincoln, mencionando la reciente presencia de otras especies como armadillos, gallinas de las praderas y palomas de collar euroasiáticas que han cruzado la frontera de Nebraska. A pesar de las numerosas teorías y avistamientos, todavía hay muchas preguntas sin resolver sobre la nueva población de ardillas voladoras en East Campus.
Con este descubrimiento, el potencial de investigación y enseñanza para los estudiantes de la Escuela de Recursos Naturales ha crecido significativamente, abriendo nuevas oportunidades para estudiar una especie poco conocida en el territorio local.