Los votantes parecen cada vez más desconectados de la elección entre dos candidatos que conocen bien y un candidato de un tercer partido que podría no satisfacer todas sus necesidades, según publicó un reporte del diario The Hill.
Todavía no ha habido un momento importante o un evento noticioso que sacuda la carrera, incluso cuando sectores del electorado anhelan una sorpresa y, en cierto modo, un cambio, añadió.
Para los comicios pautados en menos de seis meses se espera el enfrentamiento con carácter de revancha entre el presidente demócrata Joe Biden y su antecesor republicano en el cargo, Donald Trump, y un tercer candidato independiente Robert F. Kennedy Jr.
“Es una carrera entre el viejo, el loco y el tipo con el apellido famoso que realmente no aporta nada a la carrera excepto jugar al aguafiestas. Ni siquiera me siento tan comprometido y esto es lo que hago para ganarme la vida”, dijo un estratega demócrata, citado por el medio de presna resumiendo el estado de la carrera y el entusiasmo en torno a ella.
El actual mandatario ya recibió además señales de advertencia en cuanto a la erosión del apoyo de sus simpatizantes en comparación con las elecciones de noviembre de 2020.
Una encuesta del Washington Post/Ipsos realizada a principios de este mes mostró que sólo el 41 por ciento de los votantes negros entre 18 y 39 años dijeron que estaban “absolutamente seguros de votar”.
Tal criterio significó una fuerte disminución de votantes con respecto a hace cuatro años, cuando el 61 por ciento de ese segmento los votantes dijeron que absolutamente votarían.
También enfrenta un problema similar con los votantes jóvenes en general por la inflación y la guerra de Israel en Gaza, lo cual generó en las últimas semanas una ola de protestas y arrestos en las universidades de Estados Unidos.
Al propio tiempo, se resiente el respaldo a Biden entre los electores hispanos, de acuerdo con sondeos recientes.
Los aliados del ocupante del Despacho Oval admiten que existe una brecha de entusiasmo en todos los ámbitos, pero sienten que aún es temprano.
El presidente y su campaña -sostienen- están tomando las medidas necesarias para generar motivación entre los empadronados; en ese sentido, indicaron que los comicios de este año serán reñidos y lo decidirán un puñado de votantes en estados indecisos”.
Biden aumentó últimamente sus viajes a estados clave como el que hizo el miércoles a Wisconsin y lanzó esta semana una compra de publicidad por valor de 14 millones de dólares en esos territorios disputados con el objetivo de llegar a los votantes negros, latinos, asiático-americanos, nativos hawaianos e isleños del Pacífico.
Mientras, su rival Trump está prácticamente sin hacer campaña, aunque algunos observadores señalan que ya él se ganó publicidad desde que está en los medios casi a diario por todos sus problemas legales.
En este momento el exmandatario está casi marginado de su campaña debido a su juicio penal en Nueva York y su presencia en la corte es obligatoria; sin embargo, colaboradores de su equipo aseguran que el proceso está impulsando el entusiasmo entre su base.
El tema para algunos analistas es cómo generará el exgobernante entusiasmo más allá de su base.
Pero la portavoz de la campaña de Trump, Danielle Álvarez, afirmó que encuesta tras encuesta muestran que “derrota a Biden en todos los estados en disputa, gana entre los independientes y gana (y) logra avances entre los votantes hispanos, negros y jóvenes”.
Comentó, a tono con el periódico, que “es Biden el que tiene el problema del entusiasmo y con su propia base, como lo demuestran las encuestas que muestran que está perdiendo apoyo y que su campaña está gastando millones para apuntalar su base sin éxito”.
No obstante, hay investigaciones de opinión que han demostrado sostenidamente que buena parte de los votantes en Estados Unidos no quieren ni a uno ni a otro candidato en la boleta este año.