La oficina de la fiscal general de Nueva York hizo públicas este viernes grabaciones de cámaras corporales que muestran la paliza mortal propinada este mes a un preso estatal por funcionarios de prisiones, quienes le dieron puñetazos y patadas repetidamente mientras estaba esposado en una cama de la enfermería.
El incidente, que ha provocado la indignación de líderes políticos y fue condenado por el sindicato de funcionarios como «incomprensible», está siendo investigado por la fiscal general del estado, Letitia James. El recluso, Robert Brooks, de 43 años, murió en el hospital un día después del ataque del 9 de diciembre.
«No me tomo a la ligera la publicación de este video, especialmente en plenas fiestas navideñas», afirmó James en una rueda de prensa virtual.
«Estos videos son impactantes y perturbadores», añadió.
En las grabaciones se puede ver a Brooks con las manos esposadas a la espalda. En uno de los videos, aparece sentado mientras un agente le pone el pie encima. A continuación, dos agentes le propinan puñetazos.
En otro momento, lo tiran de la cama por el cuello de la camisa y le levantan del suelo, con la cara visiblemente ensangrentada.
La semana pasada, la gobernadora, Kathy Hochul, ordenó al Departamento de Prisiones y Supervisión Comunitaria (DOCCS, en inglés) del estado que iniciara el proceso de despido de 14 trabajadores de la cárcel de Marcy, en el condado de Oneida, donde se produjo el incidente. Entre ellos hay funcionarios de prisiones, sargentos y una enfermera. Todos han sido suspendidos sin sueldo, excepto un funcionario, que ya dimitió.
En una declaración tras la publicación de los videos, Daniel Martuscello, el comisionado del departamento de prisiones del estado, afirmó que su oficina ha puesto en marcha su propia investigación en un esfuerzo por lograr un «cambio institucional».
«Ver las pruebas en video de cómo le arrebataron la vida a Robert Brooks me produjo una profunda repulsión y náuseas», declaró Martuscello. «No hay excusa ni racionalización para un acto vulgar e inhumano que segó una vida sin sentido. Este tipo de comportamiento no puede ser normalizado, y no voy a permitir que sea dentro de DOCCS».
James dijo que los agentes no habían activado sus cámaras corporales, pero seguían encendidas y grabando en modo de espera. Como resultado, añadió, no captaron audio y sólo grabaron durante 30 minutos.
Su oficina hizo públicos los videos íntegros de los cuatro agentes, que incluían algunas imágenes borrosas.
El 9 de diciembre, dijo James, Brooks estaba siendo trasladado desde la prisión de Mohawk, también en el condado de Oneida, al Correccional de Marcy. Los hechos se produjeron en una sala de reconocimiento médico antes de las 9:30 pm (hora del Este). Brooks fue introducido en la sala colgado boca abajo y con las manos esposadas a la espalda, según muestra un video.
Sin audio, no está claro qué palabras se intercambiaron Brooks y los agentes. Aunque en las imágenes no parece que Brooks tome represalias físicas, los videos presentan diferentes ángulos y a veces no está claro qué le ocurre a Brooks mientras los agentes se mueven y se colocan alrededor de la habitación.
Después de que los agentes tiran a Brooks de la cama, lo llevan a un rincón. Más tarde, se le ve en la cama vestido sólo con ropa interior y siendo atendido por la enfermera.
Brooks fue trasladado al hospital y murió al día siguiente. Se realizó una autopsia y «los resultados preliminares muestran que la causa de la muerte fue asfixia por compresión del cuello, así como que la muerte se debió a acciones de otra persona», reveló un informe de investigación de la oficina de prisiones estatal obtenido por WKTV, filial de la NBC en Utica.
A raíz de los reportes iniciales de los medios de comunicación, James afirmó que su Oficina de Investigación Especial llevaría a cabo una revisión y haría público el video después de que la familia de Brooks lo viera primero.
«Tengo la responsabilidad y el deber de ofrecer a la familia Brooks, a sus seres queridos y a todos los neoyorquinos transparencia y rendición de cuentas’, declaró este viernes.
Brooks había estado encarcelado desde 2017 por una sentencia de 12 años por agresión en primer grado que involucró a una novia de mucho tiempo. Los funcionarios correccionales del estado declinaron detallar qué llevó a Brooks a ser trasladado al Correccional de Marcy, una prisión de seguridad media, esa noche.
La Asociación Benévola de Funcionarios Penitenciarios y Policías del Estado de Nueva York (NYSCOPBA, en inglés) no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios este viernes, pero el sindicato ha dicho previamente que vio partes de los videos.
«Lo que presenciamos es, como mínimo, incomprensible y, desde luego, no refleja el gran trabajo que la gran mayoría de nuestros miembros realiza cada día», aseguró el sindicato en un comunicado esta semana, en el que añadió que lo ocurrido es «lo contrario de todo lo que NYSCOPBA y sus miembros defienden».
Hochul aseguró en un comunicado que la «gran mayoría» de los funcionarios de prisiones «hacen un trabajo extraordinario en circunstancias difíciles», pero «no tenemos ninguna tolerancia para los individuos que cruzan la línea, violan la ley y se involucran en violencia innecesaria o abuso selectivo».
Martuscello indicó que la agencia ha ampliado su política de cámaras corporales con efecto inmediato, lo que requiere que todos los funcionarios de prisiones tengan sus cámaras activadas cada vez que interactúan directamente con los reclusos.
La Asociación de Prisiones de Nueva York, un grupo independiente de supervisión de cárceles, publicó un informe el año pasado tras supervisar el centro correccional de Marcy en octubre de 2022. El informe señaló quejas de abuso físico «rampante» por parte de los miembros del personal, donde el 80% de las personas encarceladas informaron haber presenciado o experimentado abuso y casi un 70% adujo discriminación racial o prejuicios.
La familia de Brooks agradeció a Hochul en un comunicado esta semana que hubiera tomado medidas «para que los funcionarios rindan cuentas».
«No podemos entender cómo pudo ocurrir esto en primer lugar», dijo la familia. «Nadie debería perder a un familiar de esta manera».