El juicio del hombre acusado de abrir fuego en el desfile del 4 de julio en Highland Park, un barrio acomodado de Chicago, terminó de manera sorpresiva este lunes, cuando el sospechoso sorprendió a la sala al declararse culpable.
Robert ‘Bobby’ E. Crimo III enfrentaba 69 cargos de asesinato e intento de asesinato derivados del tiroteo en Highland Park del 4 de julio de 2022. Crimo, al igual que en otras etapas del proceso, no mostró signos de arrepentimiento ni ofreció declaraciones antes de ser sentenciado. En una decisión que sorprendió a muchos, se declaró culpable poco antes de que comenzaran los alegatos iniciales.
Tiroteo en Highland Park: El impacto de la masacre en la comunidad
Crimo se enfrenta a una condena de cadena perpetua por la muerte de siete personas y las lesiones a casi 50 más. La sentencia se llevará a cabo el 23 de abril. Illinois abolió la pena de muerte en 2011, por lo que la opción más severa para Crimo será la cadena perpetua. La escena que se vivió en el Palacio de Justicia del Condado de Lake fue tensa, pero la declaración de culpabilidad de Crimo concluyó rápidamente el juicio que podría haber durado más tiempo.
Vestido con un traje negro, con su rostro tatuado con el número 47 y más tatuajes en su cuello y manos, Crimo, de 24 años, no ofreció ninguna declaración adicional antes de abandonar la sala del tribunal. La noticia de su culpabilidad sacudió a la comunidad de Highland Park, que aún lidiaba con el trauma del tiroteo en el desfile, el cual dejó cicatrices físicas y emocionales en muchas personas.
La masacre del 4 de julio: Crimo y su plan meticuloso
Durante la selección del jurado, la defensa de Crimo no dio señales de que estuviera preparado para declararse culpable. A lo largo de la semana anterior, Crimo parecía ausente, garabateando en papeles mientras sus abogados y los fiscales hacían preguntas a los posibles miembros del jurado. El proceso fue largo, pero al final, cuando el jurado estuvo listo, el joven se declaró culpable.
Crimo había planeado el tiroteo durante semanas. Según la policía, el día de la masacre, Crimo subió a una azotea de un edificio cercano al recorrido del desfile, armándose con un rifle de alto poder. A las 10:14 am del 4 de julio de 2022, comenzó a disparar indiscriminadamente a los espectadores del evento.
La tragedia cobró la vida de siete personas: Stephen Straus, de 88 años; Nicolás Toledo-Zaragoza, de 78 años; Eduardo Uvaldo, de 69 años; Katherine Goldstein, de 64 años; Jacquelyn Sundheim, de 63 años, y la pareja Kevin McCarthy, de 37 años, e Irina McCarthy, de 35 años. Decenas más resultaron heridos, incluidos niños, como el caso de Cooper Roberts, un niño de 8 años que quedó paralizado de cintura para abajo tras el tiroteo.
Crimo huye y continúa con su plan
Tras el ataque, Crimo bajó del tejado, dejó caer su rifle y se mezcló con la multitud para escapar. Según las autoridades, después de huir del lugar, se dirigió a su casa, tomó el coche de su madre y se dirigió a Madison, Wisconsin, donde pensó en organizar otro tiroteo. Sin embargo, fue detenido cuando regresó a Illinois, tras ser rastreado por las autoridades.
En su interrogatorio, Crimo confesó el tiroteo y los detalles de su plan, aunque no se ofrecieron detalles sobre los motivos detrás del ataque. Esta confesión fue clave en la acusación que le hizo la fiscalía del Condado de Lake.
El padre de Crimo también enfrenta consecuencias
Robert E. Crimo Jr., el padre del acusado, también ha enfrentado consecuencias legales relacionadas con el tiroteo en Highland Park. Se declaró culpable de siete cargos de conducta temeraria, después de que patrocinara la solicitud de licencia de armas de su hijo, a pesar de que un familiar había alertado a la policía meses antes sobre el comportamiento peligroso de Crimo.
El caso ha puesto en evidencia fallos en el sistema, ya que, a pesar de las advertencias, la familia permitió que Crimo obtuviera un arma. Además, las 10,000 páginas de evidencia entregadas por los fiscales incluyeron una grabación del interrogatorio a Crimo, donde confesaba el crimen.