El trágico choque del miércoles entre un avión de pasajeros de American Airlines y un helicóptero Blackhawk del Ejército de los EE. UU. ha reavivado la preocupación por la seguridad aérea en el país, especialmente en los aeropuertos más transitados como el Aeropuerto Nacional Reagan, en Arlington, Virginia. Este accidente ha puesto de manifiesto una serie de incidentes y casi colisiones que han sucedido en los últimos años, lo que ha generado debates sobre la eficiencia de los controles aéreos y la escasez de personal capacitado en la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés).
El accidente aéreo y las víctimas fatales
El fatídico choque ocurrió alrededor de las 9 de la noche (hora del Este) sobre el río Potomac, cuando el avión de American Airlines, que transportaba a 60 pasajeros y 4 miembros de la tripulación, se aproximaba para aterrizar en el Aeropuerto Nacional Reagan. En el helicóptero Blackhawk del Ejército viajaban tres personas. Ambos vehículos se estrellaron en las frías aguas del río, dejando a todos los ocupantes sin vida, lo que eleva el saldo a 67 víctimas fatales.
Este accidente marca la primera catástrofe mortal en el ámbito de la aviación comercial en Estados Unidos desde 2009, cuando un avión de hélice se estrelló cerca de Buffalo, Nueva York, matando a 45 personas. La tragedia de Washington ha resaltado los peligros persistentes en la aviación civil y ha vuelto a poner en primer plano la seguridad aérea.
Una pantalla muestra vuelos cancelados tras una colisión entre un avión y un helicóptero en el Aeropuerto Nacional Ronald ReagaN. EFE/EPA/Will Oliver
Casi incidentes previos: una llamada de atención sobre la seguridad aérea
Este choque mortal no es un caso aislado. De hecho, el Aeropuerto Nacional Reagan ya estuvo cerca de sufrir dos incidentes graves en 2024. En abril, un avión de Southwest Airlines estuvo a punto de cruzar la misma pista que un vuelo de JetBlue que estaba despegando. Solo un mes después, un avión de American Airlines estuvo a punto de chocar con una avioneta. Estos incidentes, que forman parte de las 1,757 «incursiones en pista» documentadas por la FAA en 2024, son solo la punta del iceberg en una serie de casi accidentes que han sacudido al sector aéreo.
La escasez de controladores aéreos y la falta de tecnología adecuada
Los expertos en seguridad aérea han señalado que la persistente escasez de controladores aéreos en los Estados Unidos es uno de los factores que ha contribuido a estos incidentes. Según un informe reciente, en mayo de 2024, la FAA enfrentaba una escasez de 3,000 controladores para cubrir las estaciones y torres de control aéreo en todo el país. Además, la falta de personal adecuado en el Aeropuerto Nacional Reagan durante el accidente de esta semana ha generado inquietudes sobre la efectividad de los sistemas de tráfico aéreo.
Hassan Shahidi, presidente de la Flight Safety Foundation, subrayó que «incluso uno de estos incidentes es demasiado». Los choques aéreos son, por naturaleza, situaciones extremas, pero las casi colisiones que se han registrado en los últimos años demuestran que la seguridad aérea sigue siendo una cuestión urgente. Según Shahidi, la FAA enfrenta grandes desafíos debido a la escasez de personal y la falta de tecnologías modernas que puedan ayudar a prevenir accidentes.
La respuesta de la FAA y la preocupación por el espacio aéreo complejo
El choque entre el avión de American Airlines y el helicóptero Blackhawk pone en evidencia los desafíos específicos del Aeropuerto Nacional Reagan, donde el espacio aéreo es considerado muy complejo y congestionado. Las tres pistas del aeropuerto están entre las más transitadas del país, lo que aumenta el riesgo de errores humanos. Shahidi enfatizó que «el margen de error es muy pequeño o inexistente», lo que hace que cualquier fallo en el control del tráfico aéreo sea particularmente grave.
Además, la FAA no ha descartado que la escasez de personal y la combinación de responsabilidades entre los controladores aéreos hayan sido factores que contribuyeron al accidente. En una declaración reciente, un funcionario de la FAA indicó que la dotación de personal en el aeropuerto esa noche «no era normal», ya que un solo controlador se encargó tanto del tráfico aéreo como del tráfico de helicópteros.
Un informe de 2023 subrayó que, debido a la falta de personal capacitado y a la falta de inversión en tecnología, la FAA necesita tomar «medidas urgentes» para evitar colisiones y mejorar la seguridad del tráfico aéreo. Aunque la agencia ha tomado algunas medidas, como la contratación de nuevos controladores, todavía quedan muchos desafíos por resolver.
El senador Tim Kaine, representante de Virginia, expresó su temor de que un incidente como este pudiera ocurrir desde que se aprobó una legislación que autorizaba más vuelos en el Aeropuerto Nacional Reagan. La falta de personal y el aumento del tráfico aéreo podrían haber sido factores determinantes en el accidente, según algunos analistas.
A pesar de que el secretario de Transporte, Sean Duffy, aseguró que los procedimientos estándar fueron seguidos durante el accidente, la pregunta sobre si se podría haber evitado sigue siendo una gran preocupación. Las autoridades continúan investigando las causas del accidente, y la seguridad aérea será un tema clave en las próximas discusiones sobre el futuro de la aviación en Estados Unidos.