Los peleadores más prometedores de las MMA tienen muy difícil entrar en la UFC si no pasan por los concursos de la competición o no aceptan pelas con poca antelación.
Una declaración puntual del comentarista de UFC, Daniel Cormier, en el evento de Arabia Saudita, ha abierto el melón sobre si la máxima competición de las artes marciales mixtas no está enfocada en atraer a los mejores peleadores del mundo.
Mientras hablaba de la firma con poca antelación de Felipe Lima con UFC, Cormier explicó que «realmente no hay ninguna manera de entrar si los peleadores no pasan por los embudos de talentos de UFC o no aceptan peleas con poca antelación».
«En este punto de UFC, si no vienes a través de la Contender’s Series, o Road to UFC, o aceptas peleas con poca antelación, realmente no hay manera de entrar«, comentó Cormier durante el evento UFC de Arabia Saudí.
Este comentario es realmente preocupante sobre todo viniendo de una leyenda de UFC, el segundo doble campeón simultaneo de la historia, Daniel Cormier. La competición dirigida por Dana White no ha logrado contratar a peleadores notables como Cédric Doumbé, Salahdine Parnasse, Paul Hughes y Baysangur Chamsoudinov, entre otros. Para una empresa con tal dominio del mercado, es difícil creer que no hubieran podido hacer la oferta más alta por cada uno de estos luchadores.
¿El principal problema? La conversión de esta competición a una empresa, a una marca, la cual quiere que los talentos vengan de casa, de sus diferentes programas y concursos producidos por la propia UFC, dejando de lado las competiciones de MMA regionales al margen e impidiendo que los mejores luchadores de competiciones inferiores puedan dar el salto a máxima división.
La UFC utiliza un modelo de negocio de integración vertical. Esto significa que la empresa se hace cargo de varias etapas de su producción en lugar de depender de terceros. Esto viene en forma de Contender Series de Dana White, The Ultimate Fighter, Road to UFC y la multitud de promociones de peleas que operan bajo el estandarte UFC Fight Pass, que sirven como herramientas de reclutamiento de luchadores para UFC.
Cada vez más, los peleadores ingresan a UFC no por su mérito en la escena regional sino por su ascenso a través de las promociones infantiles de UFC o los embudos de talentos. El problema es que los peleadores de clase mundial se están excluyendo de la promoción cuando construyen su stock fuera de la familia UFC. Así lo demuestran las negociaciones contractuales entre Parnasse y Doumbé: «[El contrato de Parnasse con KSW] es simplemente enorme», comentó el manager de Parnasse en RMC Sport . «Es de seis cifras. En UFC fue entre 20 y 30 veces menos«.
«Tenía un acuerdo sobre la mesa [con UFC] y no era interesante para mí«, dijo Doumbé a The MMA Hour. «El UFC es muy difícil con las negociaciones, por supuesto, UFC fue la primera gran promoción en MMA, ellos lo saben». [El contrato con PFL es] 10 veces más grande». Doumbé luego revelaría que le pagarían $140 mil por pelea con la PFL, y que habría obtenido $20 mil por espectáculo + victoria en UFC.
En 2021, los alumnos de Contender Series representaron aproximadamente el 20% de la lista de UFC, y la cifra solo puede ser mayor tres años en adelante. A estos peleadores se les paga comparativamente menos que a los prospectos recién contratados y se les refuerza con todo el material promocional que UFC necesita.
Dado que la marca UFC se está volviendo cada vez más sinónimo de MMA, no es difícil ver por qué UFC opera de la manera en que lo hace. Si nos guiamos por UFC 300, la promoción está adoptando un enfoque centrado en la marca, ofreciendo a UFC como el producto en lugar de los peleadores, y si se encuentran con una estrella, generalmente son de producción casera.
A medida que UFC continúa brindando valor de producción de clase mundial, tal vez sea hora de centrar la atención en su decadente grupo de talentos.