El español consiguió un buen triunfo ante una gran versión de Mark Lajal, y gana confianza de cara a su defensa del título en Wimbledon 2024.
Carlos Alcaraz ha adquirido ya el rol de estrella y madurez suficiente como para saber gestionar a la perfección situaciones tan inquietantes como el debut en Wimbledon 2024 ante un tenista sin nada que perder. Mark Lajal jugó a gran nivel, pero cada vez que exigió mucho al español, éste respondió con solvencia. El resultado final fue de 7-6 (3) 7-5 6-2.
En una primera semana de Grand Slam no se gana el torneo, pero sí se puede perder, e incluso, ver reducidas las opciones de gloria por un desgaste innecesario. Carlos Alcaraz es un maestro a la hora de afrontar este tipo de encuentros y cada vez muestra una mayor madurez a la hora de evitar relajaciones y dar alas a sus contrincantes. Su andadura en Wimbledon 2024 ha comenzado con paso firme tras un sólido triunfo ante Mark Lajal. Quedan seis.
Muchos podrían esperar que este joven tenista estonio iba a verse intimidado por el escenario y el rival, después de presentarse en el torneo sin haber disputado antes ni un solo partido en Grand Slam. Sin embargo, demostró muy buenas maneras y, sobre todo, un descaro necesario para ir quemando etapas en su progresión. Se puso con break arriba en el primer set, obligando a Carlitos a desplegar una gran versión de sí mismo para reconducir el encuentro. El pulso llegó hasta un tiebreak donde el español halló la manera de ganar esos puntos que decantan la balanza en partidos apretados sobre hierba.
No había brillantez alguna en el juego del murciano, pero también dejadez, apatía o displicencia. Era consciente de que el margen de error en hierba es menor que en otras superficies y de que lo mejor que puede hacer para ir adquiriendo confianza, es jugar al máximo. Su saque no funcionó del todo bien, encontró tramos muy notables de drive, hizo cambios de ritmo interesantes con el revés y algún toque mágico en la red. A pesar de todo ello, Lajal mantenía el marcador apretado y llegó a situarse, también en la segunda manga, con break arriba. Volvió a reaccionar con maestría y dio un golpe de autoridad en el partido.
Ahí acabó la resistencia meritoria de un Mark Lajal que se desinfló por completo en el tercer parcial y se fue con un agridulce sabor de boca, pero con la sensación de que está en el buen camino para mejorar. Carlos Alcaraz terminó con buenas sensaciones y sabiendo que ha puesto la primera piedra en su escalada hacia la gloria en Wimbledon 2024.