El serbio admite que está escribiendo las últimas páginas de su carrera deportiva.
Este año está siendo más que nunca una montaña rusa de emociones para Novak Djokovic. Desde un titubeante comienzo en el que perdió duelos inesperados hasta su más que merecida medalla de oro en París, Nole ha evidenciado una tremenda fuerza física y mental para sobreponerse a todo y a todos.
Desde que el pasado 5 de junio se sometiera a una cirugía para tratar la lesión que se produjera en Roland Garros, muy pocos daban por hecho su pronta recuperación. Pero tan solo un mes después pisaba la hierba de Wimbledon con un segundo puesto que sólo el gran Carlos Alcaraz pudo superar, para acabar tomándose la revancha en la arcilla francesa y poner así un broche de oro (olímpico) a su carrera como profesional. ¿Qué es lo que le queda por delante a Nole? ¿Cuáles son sus esperanzas y motivaciones a partir de ahora? ¿Son sus objetivos realistas?
Cuando pensaba que no podía haber nada más grande que portar la bandera de su país en la ceremonia inaugural de unos Juegos Olímpicos, Novak estaba equivocado: «En 2012 pensé que no podía haber nada más grande que llevar la bandera de mi país. Esa fue la mejor sensación de toda mi vida hasta que conseguí el oro. Esto sobrepasa todo lo imaginable. Ahora con 37 años, habiendo ganado a un chaval de 21 que probablemente sea el mejor jugador del mundo en este momento, creo que he llegado al culmen de mi carrera«, aseguraba el serbio.
Este deporte me lo ha dado todo en la vida y ahora solo trato de devolvérselo con la dedicación y sacrificio que pongo sobre la pista Novak Djokovic.
El ganador de 24 Grand Slams ha batallado a lo largo de los años con Roger Federer, Rafa Nadal y ahora le toca convivir con Carlos Alcaraz, pero, tras conquistar lo único que le faltaba en su palmarés, el oro olímpico, confiesa tener dudas acerca de su motivación para seguir adelante: «Está completa. He conseguido todo lo que quería con este oro, pero amo este deporte, no solo juego para ganar torneos, juego porque me gusta competir, entrenar y perfeccionar mis habilidades. Este deporte me lo ha dado todo en la vida y ahora solo trato de devolvérselo con la dedicación y sacrificio que pongo sobre la pista cuando la gente no me ve. Entreno tanto como cualquier joven y este éxito no es casualidad«.
El serbio se muestra cauto, selectivo y se toma el futuro con la prudencia que le da el haber conseguido todo lo que se puede conseguir dentro del tenis mundial. Por eso es tiempo de reflexión y deja una puerta abierta a la retirada: «No sé qué me deparará el futuro. He trabajado duro y he sacrificado muchas cosas para llegar hasta aquí. Ahora es momento de celebración, momento de disfrutar».
La pasada semana conocíamos que Nole llegará al US Open sin competir en Cincinnati, donde ya ha ganado en tres ocasiones. El salto de los Juegos al torneo estadounidense, sin competir en ningún otro evento, será la prueba de fuego para situar las aspiraciones futuras de Novak Djokovic, así como para determinar en qué lugar nos encontramos de este bonito cuento de hadas.