El español remonta al argentino en una tremenda lucha de cuatro horas y alcanza sus primeras semifinales desde Wimbledon 2022.
Este sábado, ante Ajdukovic, además del dobles.
La de este viernes fue, sin lugar a dudas, la prueba más exigente y retorcida que ha tenido Rafa Nadal durante su semana en el ATP 250 de Bastad. Y lo más importante es que el español de 38 años la saldó con una victoria de muchísimo valor. Primero, porque superó a un rival, Mariano Navone (23 años y 36º del ranking, cuarto cabeza de serie), que se desenvuelve a las mil maravillas sobre tierra batida y que completó un partido de muchísimo nivel. Y, segundo, porque no tuvo problemas para completar una durísima batalla física, un partido que se fue a las 3h59 de duración y en el que Nadal, que estuvo contra las cuerdas en numerosas ocasiones, no se cansó de remontar (6-7 (2), 7-5 y 7-5). El premio para el de Manacor es el de alcanzar sus primeras semifinales en el circuito ATP desde Wimbledon 2022 (no jugó ese partido ante Kyrgios por lesión), y luchará este sábado por un puesto en la final ante el croata Duje Ajdukovic (13:00, M+)
El partido que protagonizaron Nadal y Navone supone el segundo más largo (al mejor de tres sets) en la prolongada carrera del balear, a punto de superar la semifinal de Madrid 2009 ante Djokovic (4h03), y no demasiado lejos del más largo en la historia de la ATP (Del Potro ante Federer en Londres 2012, 4h26). El de este viernes fue un encuentro difícil de explicar para quien no lo haya visto, con un sinfín de giros de guion, sin dominio de los saques (diez breaks de Rafa y ocho de Mariano), juegos eternos, ventajas que se esfuman en un santiamén, demasiados errores no forzados (42 de Rafa, 37 de Mariano)… “Sin duda ha sido muy ajustado. Ha habido muchos cambios de dinámica en cada set, hubo momentos en los que él tenía el control y otros en los que lo tenía yo, pero al final nadie tenía el control, esa es la verdad”, resumió el español a la perfección.
La prueba más clara de ello fue el comienzo del partido, con un constante intercambio de breaks y en el que Nadal cometió muchísimos errores no forzados que permitieron a su rival colocar el 1-4. “¡Basta ya!”, dijo Rafa en aquel momento, tras otro error no forzado, no se sabe muy bien si a su equipo o a él mismo, pero lo cierto es que desde entonces cambió el primer set. El ganador de 22 Grand Slams limitó los tropiezos, apartó su versión más gris y, sobre todo con reveses altos, empezó a hacer daño a un Navone muy serio. El argentino es un especialista en tierra batida y se notó: cada golpe suyo tiene mucho criterio, presenta un tenis muy ordenado, se mueve hacia delante y detrás sin problema y hace mucho daño con su revés. Nadal, ya con el aroma al de las grandes remontadas, salvó dos bolas de set al resto (luego desperdició él otras dos al resto también) y forzó un tie-break que está siendo su talón de Aquiles en este curso, como se evidenció en el de este viernes al ser superado con claridad. De los cinco desempates que ha jugado el manacorí en 2024, únicamente ha ganado el que disputó en Madrid frente a De Miñaur.
Lejos de hacerse pequeño, Nadal comenzó el segundo set con dos rápidos breaks que parecían encaminar el encuentro al tercer parcial, pero Navone reaccionó con cuatro juegos seguidos y dio la sensación de que el argentino tenía la victoria en su mano. “He tenido una buena oportunidad en el segundo con un 3-0 y estuve cerca de perder el partido en ese set”, admitió más tarde Rafa, que cuando peor lo pasaba se encontró con un break balsámico, propulsado por varios fallos de un Navone que se equivocaba más y más a medida que avanzaba el encuentro, para llevar el partido al tercer set, en el que se instauró el caos absoluto: break del argentino para empezar, respuesta del español con tres quiebres consecutivos que le dejaron 5-2, Nadal desaprovechó dos juegos al saque para ganar, y con el 5-5 llegaron dos juegos muy sólidos del manacorí para sentenciar el duelo justo cuando el reloj iba a señalar las cuatro horas de duración.
“No estaba concentrado durante el partido, ya se ha visto, con 3-0 o 5-2, he perdido la concentración en algunos momentos. He podido aguantar físicamente hasta el final, eso es muy importante para mí, aunque veremos cómo estoy mañana. Pero hoy estoy vivo y estoy en las semifinales, eso es lo importante. Él ha sido un luchador, ha hecho un gran partido y le deseo lo mejor para el futuro”, valoró después de su victoria Nadal, quien este sábado aspira a colarse en su primera final desde la de Roland Garros 2022, su último título hasta la fecha. Para ello deberá superar, a las 13:00, al croata Duje Ajdukovic, de 23 años y 130º del ranking mundial, que dio la sorpresa al deshacerse del brasileño Thiago Monteiro en tres sets. El día apunta a ser intenso para Nadal, ya que también tiene programado disputar por la tarde la semifinal del cuadro de dobles, en el que junto con Casper Ruud luchará por un puesto en la final frente a los brasileños Orlando Luz y Rafael Matos, aunque no sería de extrañar que, tras la paliza de hoy, Rafa se plantee renunciar a ello. “Estoy con ganas de pasar la tarde, intentaré recuperar el cuerpo y veremos cómo me levanto mañana”, comentó el español tras una victoria de las grandes. El ganador de 22 Grand Slams es el único español en las semifinales del torneo, ya que Roberto Carballés sucumbió ante el argentino Thiago Agustín Tirante por 3-6, 6-2 y 7-5 en 2h16.