El seleccionado argentino, que venía de vencer a los kiwis, en la revancha hizo todo mal y perdió.
Los Pumas, que debutaron con una inolvidable victoria ante los All Blacks por el Rugby Championship 2024, jugaron un olvidable segundo partido de nuevo en Nueva Zelanda este sábado por la madrugada argentina. Si bien los de negro levantaron y fueron clínicos como habitualmente son aun bajo lluvia, los dirigidos por Felipe Contepomi hicieron todo mal y terminó en derrota por 42-10.
Bajo lluvia en el Eden Park, donde los All Blacks no pierden desde el 94, ahora con una racha de 47 triunfos y dos empates -probablemente con muchos partidos bajo estas condiciones-, el local consiguió las primeras diferencias. Desde la salida, Santiago Carreras cometió knock, los kiwis recuperaron la pelota y se armó el try. Pero debió llegar tras tres jugadas por la buena defensa argentina. Luego del segundo penal y el line (uno anterior lo había robado Pablo Matera) se vio el primer cambio táctico de Nueva Zelanda: para superar la granítica defensa nacional, buscó el kick corto por sobre la marca. La precisión de Jordie Barrett se conjugó con la rapidez para ir a buscarla de Demian McKenzie, quien apoyó y luego anotó la conversión.
Argentina absorbió el golpe prematuro -a los 6′- y se hizo de la pelota, pero un primer ataque se frustró por el penal de Thomas Gallo. Un segundo se cortó, pero por un penal local, que Santiago Carreras transformó en tres puntos a los 12′: 7-3.
El partido era parejo pero Los Pumas generaron que se desequilibrara… por culpa de sus errores y en favor de los All Blacks. Así llegaron dos conquistas de los locales. Un avance nacional se frustró por una perdida de pelota en un maul, lo cual derivo en el ataque local. Los Pumas la recuperaron pero Gonzalo Bertranou tardó en sacar la bola y le cobraron infracción. Del scrum -anduvo bastante flojo, sobre todo por el lado de Lucio Sordoni-, los All Blacks consiguieron el penal que transformaron en lime/maul para que apoyara Ardie Savea.
Enseguida, lo mismo, otra pérdida le dio la posesión a los All Blacks para que apoyara Caleb Clarke, y otra vez había sido Bertranou el del error, con un pase directamente a Tupoi Vaa’i. A los 23′, el partido iba 21-3.
En la jugada siguiente, TJ Perenara, haciéndose el distraído, se filtró desde el maul y le ganó la posición a Bertranou para dársela a Will Jordan, que en un duelo desparejo, wing contra pilar, desairó a Sordoni para correr hacia el ingoal. A los 30′ ya los All Blacks ganaban 28-3 sin hacer mucho, sino bien lo simple, y habiendo aprovechado los regalos de su rival.
La ola negra continuó con otro error de Los Pumas, el penal de Juan Martín González en el scrum, lo cual le volvió a dar la pelota al local, que armó una gran jugada decorada por Beauden Barrett. Los Pumas necesitaban que terminara el primer tiempo (35-3) y un buen lavado de cabeza.
El PT había dejado estos números: 5-0 en tries y todos convertidos; 4-0 en quiebres (nada de Los Pumas en ataque); 9-5 en pérdidas (clave para devolverle siempre la pelota al local); 10 tackles errados (contra 3); 59 a 41% la posesión y 67 a 33% el territorio a favor del local. No había funcionado nada en comparación del partido pasado para Argentina, ni siquiera la defensa. Al contrario, Nueva Zelanda se adaptó mejor a las condiciones y, con lo que tuvo a mano, aprovechó para atacar y entrar con facilidad al ingoal nacional.
Ya en el ST, parece que el shampoo no era de calidad, porque al 1m50s los All Blacks apoyaron de nuevo. Y otra vez con la complicidad visitante: pérdida de pelota en el maul, scrum que no bancó, levantada de Savea y tackles no contundentes para la entrada de Jordan. Evidentemente, si no había un cambio drástico, la historia iba a empeorar. Ese fue que, a los 3mST, Contepomi sacara a los medios (Bertranou y Santiago Carreras) y Matías Moroni para que entraran Lautaro Bazán Vélez, Tomás Albornoz y Bautista Delguy. A los 10′, entraron Joel Sclavi y Franco Molina por Sordoni y Gonzalo Oviedo.
Al menos se produjo la única jugada -hasta ese momento- prolija, efectiva y coordinada de Los Pumas, avanzando seguro y con pases cortitos con los forwards, al punto de lograr un penal frente a los postes. El ataque posterior se frustró por la sólida defensa local, que generó el knock on de Sclavi. Algo era algo…
Los All Blacks seguían dominando, ahora casi bajo un diluvio, pero ya habían hecho el daño. Los Pumas, olvidándose del resultado, trataban de mejorar. Así llegaron por segunda vez en el partido a las 22 rivales, sin peligro, es cierto, aunque al final pudieron salir del cero en tries. Un buen tackle de Lucio Cinti generó que se recuperara la pelota, la cual recibió el patadón de Pablo Matera con todos los All Blacks en ataque. Delguy capturó la bola y se armó el avance bien conducido por Bazán Vélez y decorado por Juan Cruz Mallía para el 42-10 con el gol de Albornoz a los 31′.
Los Pumas terminaron con una mejor cara, y en ataque, pero que no alcanzó para sacar algo positivo después de este partido, sobre todo por cómo habían jugado en Wellington, porque ni siquiera el line salió (lo marcaron muy bien a González y la responsabilidad le quedó a Matera). Para peor, Mateo Carreras debió salir con un fuerte golpe en las costillas.